La loba capitolina es el icono fundacional de la ciudad de Roma y la podeis ver en los Museos Capitolinos
La loba capitolina
La escultura de la loba capitolina según la tradición, se trataría de una escultura etrusca, aunque recientemente se ha puesto en duda esta datación, demostrándose finalmente que ésta data de la Edad Media. Los dos niños se añadieron durante el Renacimiento en 1471.
La escultura, que se encuentra custodiada en los Museos Capitolinos de Roma, y cuya copia situada en el exterior, junto al Ayuntamiento de la ciudad, no es etrusca como se creía sino que su realización se sitúa entre el siglo XI y XII, en plena Edad Media. Las investigaciones para esclarecer su edad comenzaron en 2009 y se han realizado gracias a avanzadas técnicas como la espectometría de masa, que ha permitido extraer y analizar pequeñas muestras orgánicas, restos de tierra o vegetales, para ser analizados y después comparados.
La leyenda de Rómulo y Remo
Esencialmente la leyenda relata que un príncipe troyano en huída de la destrucción a manos de los griegos, fundó sobre la orilla derecha del río Tiber una ciudad llamada Alba Longa. Luego de ser sucedido por varios reyes, Numitor fue destronado por Amulio y para evitar que el primero tenga descendencia, obligó a su sobrina, hija del depuesto soberano, Rea Silvia a permanecer virgen como Vestal. No obstante, el dios Marte la embaraza de Mellizos, Rómulo y Remo. Para evitar que los niños fueran dañados los dejaron en una cesta a la deriva del río y fueron rescatados y amamantados por una loba.
Pasados los años supieron de su origen monárquico y decidieron dar muerte a su tío abuelo Amulio y restablecer a su abuelo Numitor en el poder. Como agradecimiento les fueron dados territorios en las Siete Colinas donde crecieron. Más precisamente en el Monte Palatino.