¡Aparta, Alemania, que vamos a carajo sacao! Y sin control. ¡Pasajeros al treeen! Estamos en la burbuja, de nuevo. En la burbuja electoral, ese concurso nacional de cuentos. Aquí valen todos los géneros, pero terror y comic se llevan la palma. Un cuento de miedo para decir que viene el coco y otro de Capitán Génova para tranquilizarnos. A los que no tengáis hábito de lectura, tranquilos, no hay problema, os lo cuentan, que es peor, excepto para los fanáticos. Se acercan al ciudadano, desde un sofá, en el que un tal Floriano te habla de la piel de las cifras. Hay que ponerles piel. Si algo bueno, o malo, tiene una cifra es su propia desnudez, por muy fría o cruda que pueda resultar. Carece de poesía. Pero ahí, en el sofá, hay un ingeniero epidérmico muy capaz de ponerle un abrigo de piel a 4.447.650, por ejemplo, que es la cifra de parados, millón arriba o diez mil abajo, así queda más calentita. Y de reconstruir la epidermis de un montón de números que hablan de una España despellejada. A mi se me puso de gallina al saber, por boca del cirujano, que España va a ser el país de Europa que más crezca, así, de pronto, sin tiempo para peinarse, ¡con lo que padezco de vértigo! No importa, habrá tanta demanda de mano de obra que no estarán para fijarse en las pintas, a río revuelto…Resulta que los que se van a quedar sin trabajo son los del INEM. A ver quién cojones sirve copas a partir de ahora, a ver cómo coño lo celebramos.
Lagarde, del FMI, dice, para echar una manita, que podemos crecer incluso ¡un 2%! Esta sí que sabe de piel, sus bolsos no bajan de 3000 euros, y tiene tarifa plana de rayos UVA – o los que sean – para poner la jeta, que veamos, torrefacta, algo así como un sol postizo currando hasta en horas de Luna. Aunque me daría lo mismo si fuese natural, una se la puede rascar todo el día, ya sea en la playa o en el solárium, con la única preocupación de graduar el bronceado. Hay que tenerla muy negra para ir soltando por ahí tanto desacierto sin que se note el rubor, como ocurriría con un rostro más pálido. Para contrastar, luce “pelaca” tipo algodón de azúcar, de los que no faltan en ninguna feria, que entre parecer una dama o un conguito hay mucha diferencia, sobre todo si se va de FMI por la vida. Entre sesión y sesión vaticina el apocalipsis de los griegos si no ganan los que metieron a Grecia en la ruina y la miseria, los que falsearon los indicadores económicos para entrar en la zona euro. Los suyos.
Siempre ha sido duro ejercer la política, dice Pons en el video comic, lo que pasa es que ahora es mucho más difícil, remata. Es tan dura la política que siempre hubo navajazos por entrar en el club. Es tan dura que aún no se conoce en ninguna oficina de empleo un político con cartilla de paro. Ahora que nos hemos cansado de ser gilipollas es cuando resulta más difícil, curiosamente. Ahora que, en consecuencia, hay algún juez que se empeña en meter en el carril a una justicia descarriada y ciega pilotada por los asaltantes del tren. Nos piden que seamos optimistas aunque el optimismo no tenga nómina a fin de mes, que lo seamos a pesar de estar en la cola del paro, en la cola eterna de una operación o en la lista de espera para seguir viviendo si, de una puta vez, nos recetan un fármaco nacido para especular, más que para salvar a un ser humano. Estoy dispuesto a echar un bote de “tres en uno” en el motor y las ruedas de la locomotora. Dispuesto a decir que España va bien. Incluso a cambiarle el nombre a Floriano. Le deseo toda la suerte del mundo. No me importaría rebautizarlo. Florculo.
Nota: Las Autoridades Sanitarias advierten de que allá tu humor si te lo crees