Se han acabado las vacaciones estivales, en el que pequeños y mayores hemos intentado disfrutarlo al máximo. En mi caso he pasado el verano entre piscina y platós de televisión, además de asistir en Laredo a un campamento de emprendedores en el que además de aprender, he disfrutado de la compañía de profesores y compañeros, que creen en la innovación y la creatividad y en la importancia de la inteligencia emocional en nuestras vidas.
Este verano han tenido gran protagonismo los pueblos, ya que, debido a la crisis se han llenado de turistas para visitar a sus mayores, esos mismos que se morían de aburrimiento en los años de bonanza, cuando los demás estábamos de cruceros o de safaris en Kenia y que ahora tienen las cocinas y los dormitorios a pleno rendimiento.
Pero como todo tiene su fin, esta semana para muchos empieza el nuevo curso 2014-15, y este año con una connotación
especial para mí, porque empiezo una nueva aventura y una añadida porque el sistema educativo cambia a la LOMCE, lo que ha provocado una inmensa diversidad de opiniones. Como personas que se oponen a él por ideología (no se puede mezclar la ideología con el conocimiento) y otros tantos exigiendo derechos y más derechos, pero lo que me sorprende, es que los españoles, los sindicalistas o los políticos, no luchen por los deberes de los ciudadanos. ¡Ni que solo tuviéramos derechos! De todas formas habrá que esperar un tiempo para ver los resultados y entonces poder opinar. Y ni que decir tiene, que tendremos que poner todos de nuestra parte para mejorar los informes tan negativos sobre nuestro nivel educativo que nos dice el informe Pisa. Con la vuelta al cole también llega la locura de querer comprar los uniformes del próximo año, los libros, carteras, estuches, calcetines, miles de bolígrafos y hasta los abrigos en agosto. Me sorprende de nuevo, porque las televisiones son expertas en adelantar todo a su tiempo. Llevamos 1 mes y medio de vuelta al cole, dentro de muy poco ya empezarán a anunciarnos halloween y en escaso tiempo la Navidad, por supuesto, después de que los hechos hayan transcurrido, tocará recordárnoslo y hablar de lo poco que queda para que el año que viene nos vistamos de brujas y diablos o de pastorcitos en el caso de la Navidad. En esta época también los psicólogos se afanan en dar pautas a nuestros padres para que superemos "el trance" que supone reencontrarse con los compañeros y el primer día de clase. Hablan de estrés postvacacional,de falta de apetito y hasta de pesadillas nocturnas. Yo sinceramente, pienso que nosotros los niños nos tomamos los acontecimientos como vemos que se los toman nuestros padres y si ellos vuelven a su trabajo contentos nosotros lo haremos contentos y si van deprimidos nosotros iremos deprimidos. A continuación podéis ver el video que me hicieron sobre lo que yo entiendo como emprendimiento, que fue presentado en los cursos de verano en la Universad de Cantabría.
¡FELIZ VUELTA AL COLE!
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