La lonja valenciana de la seda

Esta vez llegué a Valencia en tren desde Madrid hacia las diez de la noche. Me alojé en el hotel Kris Consul del Mar, situado al comienzo de la Avenida del Puerto, muy cerca del antiguo cauce del Turia y de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

El hotel, aunque presume de tener cuatro estrellas, no me pareció ni mucho menos para tanto; pero la cama era cómoda, el baño limpio y la ducha echaba un buen chorro de agua caliente. ¡Qué más se puede pedir!
Al día siguiente, después del trabajo, mientras hacía tiempo hasta que saliera el tren de regreso a Madrid, me acerqué a fotografiar la Lonja.

Construida entre 1482 y 1548, la Lonja de la Seda o Lonja de los Mercaderes es una obra maestra del gótico civil. La construcción de estas lonjas en el antiguo Reino de Aragón fue habitual, como símbolo de riqueza y con el objetivo de atraer a nuevos comerciantes, en una época en la que el comercio del Atlántico había comenzado a restar protagonismo a la cuenca mediterránea. La construcción de la Lonja de Valencia fue precedida por la de Barcelona (1380-1392) y la de Palma de Mallorca (1420-1448). Posteriormente, entre 1541 y 1551, se construyó la Lonja de Zaragoza, siguiendo el mismo modelo, pero ya en estilo renacentista.

La de Valencia destaca por la riqueza de la decoración flamígera en las ventanas, por las puertas monumentales con arcos conopiales y por sus pequeñas esculturas y gárgolas, la mayoría con escenas satíricas o eróticas.

Algunos de estos elementos arquitectónicos, propios del antiguo Reino de Aragón, fueron exportados a las tierras de ultra mar. Buena cuenta de ello es el Castel Nuovo de Nápoles.

La Lonja de Valencia se destinó principalmente al comercio de la seda que llegaba desde el lejano oriente tras atravesar el Mediterráneo. Se compone de cuatro partes claramente diferenciadas: 1) una torre de tres niveles, empleados para capilla (el piso bajo) y para prisión (los dos pisos superiores) en la cual eran retenidos los ladrones de seda y los mercaderes y comerciantes poco honrados hasta que venían a hacerse cargo de ellos las autoridades pertinentes; 2) la Sala del Consulado del Mar, de construcción posterior, en estilo renacentista; 3) el Patio de los Naranjos y 4) la Sala de Contratación o Salón Columnario, edificio principal de la Lonja, construido siguiendo el modelo de la de Palma de Mallorca, que está inspirada a su vez en el valenciano Convento de Santo Domingo.

En la Sala de Contratación llaman poderosamente la atención las columnas helicoidales, sin capitel, que sostienen las bóvedas de crucería, dando la vistosa apariencia de palmeras. A lo largo de la parte más alta de las cuatro paredes, lindando con las bóvedas, existen unas inscripciones en latín, que en castellano vienen a significar:

“Soy casa famosa, en quince años construida. Probad y ved cuan bueno es el comercio que no usa fraude en la palabra, que jura al prójimo y no falta, que no da su dinero con usura. El mercader que vive de este modo rebosará de riquezas y gozará, por último, de la vida eterna.”

La Lonja de Valencia, fue considerada por la UNESCO como una obra maestra del gótico flamígero, símbolo del poder y la riqueza de una gran ciudad mercantil mediterránea en los siglos XV y XVI, y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1996.

Fuente:
http://www.jdiezarnal.com/valencialalonja.html