La Lotería de Navidad en España
Publicado el 20 diciembre 2010 por Jmbigas
@jmbigas
El Sorteo de la Lotería de Navidad marca en España el inicio de las fiestas navideñas propiamente dichas. Acostumbra a celebrarse el día 22 de diciembre de cada año, y es raro encontrar a un solo español que no juegue algo en este sorteo.
Los niños de San Ildefonso, cantando un premio
(Fuente: sortea2)
Podéis ver algunas curiosidades sobre el sorteo en la propia web de Loterías y Apuestas del Estado, por cierto, el mejor sitio posible para realizar apuestas en los juegos on-line (Bono Loto, Lotería Primitiva, Euromillones, Gordo de la Primitiva, Quiniela,...) directamente desde Internet y sin comisiones ni intermediarios de ningún tipo.Este año, el sorteo de Navidad consta de un total de 85.000 números, cada uno con 195 series de diez décimos cada una. Dado que el décimo se vende por 20€, si se despacha la totalidad, la recaudación sería de 3.315 Millones de euros.Dado que la retención fiscal ya se realiza en origen (sólo se distribuye para premios el 70% de la recaudación, siendo el 30% restante para los gastos de emisión y administración y para el Tesoro Público), los premios de la Lotería Nacional están libres de impuestos.Cada semana se celebran dos sorteos de la Lotería Nacional (los jueves y los sábados), pero sin duda el Sorteo de Navidad es el de mayor importancia y trascendencia social de todo el año. Ello se debe a que los premios se reparten mucho (es decir, es fácil pillar aunque sea un pellizco de premio) y a su universalidad. Todo el mundo juega algo, bien porque la ha comprado, o porque se intercambia entre familiares o amigos. La mayoría de empresas acostumbran a escoger un número para que jueguen sus empleados, y a su vez, estos los intercambian con otros familiares o conocidos.Por todo ello, es habitual que cualquiera se encuentre con que juega pequeñas cantidades en muchos números diferentes. Casi con seguridad resultará premiado con alguna pequeña cantidad, desde el reintegro de lo invertido hasta la tradicional pedrea (5€ por Euro jugado). Sólo con mucha suerte se puede conseguir un premio de los llamados mayores: el Gordo (15.000€ por Euro jugado), el Segundo (5.000), el Tercero (2.500), uno de los dos Cuartos (1.000) o uno de los ocho Quintos (250).(Fuente: techlosofy)
Coloquialmente, se acostumbra a utilizar la expresión está más repartido que el Gordo de Navidad. Ello se debe a que existen 1.950 décimos de cada número, y los del Gordo reciben 300.000 euros por décimo. Hay potencialmente muchos agraciados con ese premio.Esa es otra característica de la Lotería de Navidad respecto a otro tipo de sorteos: no existe ningún premio de los que te cambian la vida, salvo que juegues muchísimo dinero. Si aceptamos que, en la actualidad, la unidad de Pasta Seria (necesaria para permitirte cambiar de modo de vida) pueden ser los 2 o 3 millones de Euros, haría falta jugar entre 100 y 200 Euros del número premiado con el Gordo para alcanzar esa cantidad, lo que no es nada habitual. Ya escribí en otro artículo sobre las componendas y las conversaciones imaginando que ya nos ha tocado el premio.Un tema tan tradicional como el Sorteo de Navidad ha dado lugar a muchos clásicos. Por una parte, es el único sorteo que se celebra por el método tradicional. Esto significa que hay dos bombos (uno mucho más grande que el otro). En el bombo grande, hay 85.000 bolitas de todos los números que participan en el sorteo. En el bombo pequeño están las 1.787 con los premios directos: desde los 1.000€ por serie de la pedrea, hasta los 3.000.000 de Euros por serie del Gordo. A ello hay que añadir las aproximaciones, las centenas, los reintegros. El sorteo dura unas tres horas y media, y su celebración se realiza con asistencia de público. Los hay habituales, muchos que se disfrazan para atraer sobre sí la mirada de la Diosa Fortuna, y algunos incluso revisan las tablas con las bolas de los números, para asegurarse de que el suyo está en el bombo.En vísperas del sorteo, las conversaciones de todo el mundo se mueven en torno a lo que yo haría si me toca el Gordo. En la mañana del 22 de Diciembre (cuando se celebra el sorteo) y a medida que se van desgranando los premios mayores, las aspiraciones de todo el mundo van decreciendo, al menos una pedrea, o simplemente el reintegro (coincidencia de la última cifra del número con el Gordo).El sorteo es cantado por los niños del colegio de San Ildefonso, lo que genera una musiquilla de fondo para el inicio de las fiestas de Navidad, para esa mañana del 22.Descorchando cava en plena calle
(Fuente: caminantedelavida)
Terminado el sorteo, empiezan los días de lo importante es tener salud, y la reinversión de las pequeñas ganancias en décimos para el Sorteo del Niño, que se celebra para Reyes.A medida van saliendo los premios mayores, las radios, las televisiones, los periódicos, desplazan reporteros a cubrir la alegría de los afortunados. Visitan las administraciones que han repartido décimos del Gordo, o los bares o comercios que lo han redistribuido en pequeñas participaciones. Entrevistan a la gente eufórica, que probablemente estén descorchando botellas de cava barato (el por qué nunca se utilizan para esas celebraciones apresuradas cavas dignos se escapa a mi comprensión). Con voz entrecortada por la emoción, los afortunados dejan perlas al reportero ante la pregunta de usted qué va a hacer con el premio. La mayoría responden que cancelar la hipoteca, o comprarse un pisito. Muchos lo destinarán a pagar las deudas. ¿Y el resto? El resto, que esperen.Por la forma de las celebraciones se distinguen las distintas regiones y comarcas del país, que son diferentemente expansivas. Una perla la obtuvo un reportero en Vic (comarca de Osona, en la Catalunya Interior, provincia de Barcelona) como respuesta a su pregunta a una persona que rondaba el bar donde se había repartido mucho dinero sobre si le había tocado algo: nosotros, es que no somos de celebraciones.Si el premio toca en algún lugar de Andalucía, el baile por sevillanas improvisado en plena calle está asegurado. Si el Gordo toca a los empleados de alguna empresa, las escenas en la oficina o la fábrica está garantizada, con cava, gritos e ilusión. Si toca en algún pueblecito tocado por las reconversiones industriales, el dinero será para tapar agujeros. Si los agraciados viven en algún lugar de la costa gallega, el dinero nos compensa de la dureza de la mar. Y si toca en la Puerta del Sol o en Sort, nunca se sabe, porque se ha vendido allí lotería para gentes de todas las partes de España. Siempre hay algún misterioso señor de Córdoba, que se llevó cinco series, y seguro que las ha vendido en pequeñas participaciones, o alguien de algún lugar inconcreto que insistió en que el número terminara en los años que cumplió su hija, o en el año de su matrimonio. Ilusión sin fronteras.Otro clásico es alguna gente a quien siempre le toca la Lotería. Había hace años un concejal de Madrid (Matanzos) a quien le tocaba el Gordo cada año. O al Presidente de la Diputación de Castellón (Fabra) a quien le ha tocado ya seis o siete veces. Los caminos infinitos del blanqueo de dinero pasan por las sucursales bancarias que ofrecen una pequeña comisión a los agraciados de verdad para comprarles sus décimos premiados, a cambio de deshacerse de dinero negro, pasándoselo a otros.Periódicamente, las televisiones realizan reportajes sobre cómo cambió el Gordo la vida en alguna localidad, o cómo digirió la riqueza (habitualmente, mal) esta o aquella persona.(Autor: Santi Orue; Fuente: publico.es)
El día siguiente al Sorteo es el Día Nacional de la Salud. Y luego ya viene Nochebuena y los ágapes familiares donde siempre se acaba comiendo y bebiendo más de lo razonable, y donde a menudo toca aguantar las melopeas incómodas de ese cuñado o ese primo que siempre se pasa de la raya.En rápida sucesión pasan Navidad (y el día siguiente, San Esteban, festivo también en algunas comunidades), y Nochevieja y Año Nuevo (con las decisiones siempre incumplidas de dejar de fumar, de adelgazar, o de ir regularmente al gimnasio). Termina el espectro de las fiestas navideñas con Reyes, y sus intercambios de regalos.Y luego es el día después, en que la crisis que vivíamos nos vuelve a azotar y habitamos la rutina de nuevo. Y todos empezamos a planificar ya la Semana Santa (para finales de Marzo o Abril), la siguiente festividad significativa.JMBA