En un bosque remoto, dos hermanos, Rojo y Azul, se encontraban en medio de un duelo. Ambos eran guerreros expertos, entrenados en el arte de la catana. Han vivido toda su vida juntos y se aman profundamente.
Rojo tenía una mirada seria y preocupada, mientras que Azul tenía una mirada de locura en sus ojos.
Rojo: ¿Por qué estás haciendo esto? ¿Qué es lo que quieres?
Azul: No necesitas detalles, lo único que necesitas es dejarme terminar esto. Despertarás en el otro mundo, en una nueva vida. ¿No es grandioso? ¡No importa la vida o la muerte! ¡Todo es insignificante!
Rojo: No entiendo. ¿Qué te ha pasado?
Azul: Los humanos no tenemos significado. Descubrí ese secreto que tenían bien guardado esos ancianos. Somos ¡Inmortales! siempre renaceremos, nacimos en esta vida de decadencia. Déjame acabar con tu vida, como acabe con la de todos los demás. Déjame darte otra oportunidad. ¡Muere por favor hermano!
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