Ya llevamos meses oyendo hablar de “el conflicto de la estiba”. Hasta la fecha no he manifestado opinión alguna, exceptuando alguna escasa fotografía. Lo cierto es que suelo ser muy cauto a la hora de escribir sobre lo que no tengo excesivos conocimientos y por mucho que los medios nos hayan bombardeado con mucha información al respecto sabemos que a veces el exceso de información tiene el efecto de crear la perversa paradoja de llevarnos a la desinformación o incluso a la manipulación.
Siempre se ha dicho que uno de los pecados capitales de los españoles es la envidia y no voy a ser yo el que lo contradiga, pues cuando hablamos de trabajadores y derechos no es extraño encontrarte con otros trabajadores indignados por las mejores condiciones contractuales de una empresa o sector respecto a las suyas. Existe tanta mezquindad, envidia e insolidaridad que una buena parte de la clase obrera (y por clase obrera entiendo a todo el conjunto de proletariado asalariado) lejos de implicarse y luchar por mejorar sus condiciones laborales y las de sus compañeros sólo saben criticar a los que están mejor que ellos y estarían encantados de ante la imposibilidad de mejorar sus condiciones al alza se igualaran las condiciones laborales de todos los trabajadores a la baja.
Entiendo que la principal reivindicación de los trabajadores de la estiba (carga y descarga de embarcaciones) no es otra que se le garantice tras la liberalización del sector (pendiente de aprobar por el parlamento) sus derechos, salarios y puestos de trabajo; y a quienes estamos fuera de ese sector poco o nada nos incumbe a nosotros si cobran más o si sus condiciones laborales pueden ser mejor que las de otros sectores o convenios.
No tiene sentido alguno ver a trabajadores criticando a otros compañeros. Es evidente que desgraciadamente hay sectores laborales que tienen por el motivo que sea unas mejores condiciones laborales que otros, pero es absurdo que convirtamos en blanco de nuestra frustración a otros compañer@s (estibadores, funcionarios, empleados de empresas de sectores estratégicos, etcétera). Si puestos a buscar chivos expiatorios queremos manifestar nuestra ira contra algún colectivo entiendo que ese debería ser única y exclusivamente el de los políticos, pues son los únicos trabajadores (si es que se les puede dar ese nombre) capaces de mejorarle la vida o jodérsela al resto de trabajadores con sus decisiones; al margen de cobrar de los presupuestos públicos unas cantidades que en algunos casos son totalmente desproporcionadas a los salarios que tenemos en nuestro país, y de ser el único colectivo laboral capaz de modificar sus condiciones laborales y retributivas negociándolas entre ellos mismos.
Por todo ello, en estos momentos de lucha, todos a apoyar a los compañeros de la estiba, y confiando que ellos hagan lo mismo con otros cientos de colectivos y sectores que lo están pasando tan mal como ellos en este momento o mucho peor (Kellys, trabajadores del sector cárnico, taxistas, trabajadores de empresas de servicios, etc.). Pues “si nos tocan a un@ nos tocan a todo@s”.
MSNoferini