Camaradas,
Gran Bretaña y la Unión Soviética, epítomes del capitalismo y del comunismo, polos opuestos ideológicos y enemigos irreconciliables desde hace un cuarto de siglo, han formalizado hoy en Moscú su antinatural alianza. Gran Bretaña se une así a la causa del mayor estado criminal que ha gestado la Historia y traiciona los más elementales cimientos de su propia civilización occidental y cristiana, poniéndose al servicio de la barbarie asiática y atea que no ansía otra cosa que someter a la vieja Europa a una era de sangrienta oscuridad bolchevique.
Vyacheslav Molotov firma el Pacto en presencia de los delegados británicos y de su amo y señor, que observa complacido detrás.
Sir Stafford Cripps, Embajador Británico en Moscú y Vyacheslav Molotov, Ministro de Asuntos Exteriores Soviético han firmado un Pacto de Asistencia Mutua según el cual ambos países se comprometen a “prestarse mutuamente ayuda y apoyo de todo tipo en la guerra actual contra la Alemania de Hitler.”
Cartel de propaganda soviético acerca del Acuerdo firmado hoy. Gran Bretaña y la Unión Soviética, aliadas en la perfidia.
Stalin, presente durante la ceremonia en el Kremlin, ha sonreído como una hiena mientras los dos hombres firmaban los documentos y les aplicaban los sellos de cera roja y los cordones azules. A continuación se han servido chocolates y copas de champán georgiano. Stalin, alzando su copa, ha brindado por la cooperación anglo-rusa hacia la victoria.
Cartel de propaganda británico. El fascismo perecerá.
El pacto, propuesto por Winston Churchill, va más allá de un simple acuerdo para luchar conjuntamente contra el Reich; también implica que ambos países “durante esta guerra ni negociarán ni concluirán un armisticio ni tratado de paz si no es a través de mutuo acuerdo.” Churchill se olvida así de que fue la decisión de Lenin de hacer la paz con el Kaiser en 1918 lo que permitió al Ejército Alemán organizar su última gran ofensiva en el Frente Oeste durante la Gran Guerra y que a punto estuvo de otorgarle la victoria.
Momento en que los aviones alemanes bombardean el área del Kremlin. En el cielo de la noche moscovita se destacan las líneas de las balas trazadoras, las detonaciones de los proyectiles antiaéreos (con forma de puntos), las bombas de luz y los rayos de los focos antiaéreos.
Nuestro Führer, siempre atento, no ha dejado pasar la ocasión y ha enviado a una formación de bombarderos de la Luftwaffe para celebrar el trascendental acontecimiento con una traca de bombas sobre Moscú.
Es lebe Nationalsozialismus!Tod dem Bolschewismus!Gott straffe Engelland!
publicado el 02 septiembre a las 00:54
¡Qué excelente manera de celebrar el felíz acontecimiento! Bombardeando a los untermenslich de Moscú. El führer siempre tuvo ese sabor a la hora de hacer sus movidas, Heil Hitler!