Llegó el domingo y, con él, el momento de vestir tus mejores galas y hacer algo diferente para tener un buen recuerdo para empezar la semana con fuerza. Es por eso que hoy proponemos la visita a un lugar distinguido, sofisticado, una visita a la ópera.
La Òpera de Garnier compone, junto con la Òpera de la Bastilla, la Opera Nacional de París. Conocida también como Palacio Garnier, es uno de los edificios más emblemáticos de la capital francesa, más reconocidos. Fue el arquitecto Charles Garnier quien diseñó este edificio de estilo neobarroco al resultar el ganador de un certamen que propuso Napoleón III para crear un nuevo edificio para la ópera.
La Òpera de Garnier empezó a construirse en 1860 pero hasta 1875 no se vería finalizada. Esta tardanza fue debida a diferentes factores, como la inestabilidad del terreno, la proximidad de altos edificios en los alrededores, la caída del régimen imperial o la guerra de 1870.