Lo bueno de escribir un blog anónimo es que cuando metes la pata hasta el fondo puedes contarlo a los cuatro vientos sin pudor, posibilitando que otros aprendan de tu ejemplo sin sufrir la vergüenza en tus propias carnes. Es por ello que, cuantos más sabéis quien soy o cómo me llamo, más reparo tengo en revelar historias como la de hoy. Sin embargo la sección del blog dedicada a la vivienda jamás estará completa sin hablar del gas y la luz. Y cómo explicar este tema sin contaros mi propia experiencia al respecto...
Los primeros meses después de mudarme a mi casa, para hacerme una idea de mi recién estrenado elenco de nuevos gastos, miraba cada mes el extracto de mi cuenta bancaria. Respecto a la luz y el gas, que tuve que contratar entre otros muchos servicios tras la mudanza, descubrí que siempre me cobraban cincuenta euros exactos. Cincuenta euros fueron en el crudo enero pasado y cincuenta seguían siendo en mayo, cuándo la calefacción apenas se usaba ya. ¿Qué supondríais vosotros en este escenario? Seguramente algo coherente. Por el contrario yo pensé que cincuenta euros serían el precio del consumo mínimo, que en un apartamento tan pequeño que pasaba desocupado la mayor parte del tiempo nunca llegaban a rebasarse, y me despreocupé ingenuamente del asunto.
Todo cambió a principios de este mes, cuando empecé a escuchar comentarios en la oficina del estilo de "¡Qué bien! me ha llegado la factura del gas y he consumido menos de lo esperado, van a devolverme dinero". Oh oh. Tras informarme a destiempo, averigue que en los Países Bajos las compañías de energía no te cobran lo que vas consumiendo cada mes. Ni siquiera lo hacen cada dos meses, como venía sucediendo en España antes de que yo me marchase. No. En Holanda te cobran durante doce meses una cantidad estimada y al terminar el año comprueban cuánto has consumido realmente para realizar el ajuste de cuentas. Así que en breve recibiría un correo preguntando por el estado actual de mis contadores. En el transcurso de la conversación salió también a relucir que veinitrés grados era una temperatura exagerada para el hogar y que en general la gente apaga la calefacción mientras se encuentran en el trabajo. El correo, que ahora aguardaba con pavor, me llegó ayer. Así que esta mañana tuve que ejecutar la aciaga tarea de revisar los contadores.
Ya estamos con el hágalo usted mismo de los cojones (y si vais notando un poquito de acritud simplemente continuad leyendo la historia). Aquí va un pequeño manual de reconocimiento de la habitacioncita de los contadores para inútiles como yo que el único contador que han visto en su vida es el de visitas de la página. El medidor de la luz tiene el aspecto de una cajita cuadrada que contiene entre otras cosas una ruedecita giratoria. El del gas tiene pinta de un tanque cerrado del que emergen varios tubos. El el agua, aunque ahora mismo no nos atañe, es totalmente circular y suele hallarse a ras de suelo. Si el fabricante ha sido tan amable de especificar las unidades que estos contadores miden podremos salir definitivamente de dudas ya que la luz va en kilovatios hora (kwh) y los otros dos, ya que miden volúmenes, en metros cúbicos (m3).
Luz
Gas
Agua
Siguendo con la historia, tras recabar por mi cuenta esta valiosa información y batallar diez minutos con la oxidada llave del cuarto de contadores, conseguí visualizar las cifras y trasladarlas a la página web con el siguiente resultado:
El consumo declarado difiere significativamente de la estimación realizada por nosotros. Por favor inténtalo nuevamente. Si está seguro de que el medidor es correcto indique la razón de la desviación.
Oh.
Oh.
Ah.
Oh.
Fui a la puertecita de nuevo, comprobé que las cifras anteriores eran efectiva y desgraciadamente ciertas y pulsé continuar aduciendo como motivo un explícito "Geen Idee" (ni idea). Esto es lo que me mostraron a continuación.
Aaaaaaaaay. El consumo es de hecho mucho mayor que es esperado. Durante todo el año me estuvieron cobrando cincuenta euros al mes, mientras que el equivalente a mi gasto real sería de ciento veinticinco. Aplicando un poco de matemáticas de primaria vemos que les debo en total 900 eurazos. Toma regalo de navidades. La factura definitiva, junto con un empleado que vendrá a leer el numerito de los contadores él mismo (pues ante tales escalones en el consumo la compañía asume que te has equivocado de aparato) llegará en dos semanas. Me tocará también elevar la cantidad que pago al mes, que al parecer se puede hacer fácilmente desde la web.
¿Los motivos de esta diferencia en el gasto? Pues os repito mi respuesta anterior, geen idee. La calefacción es comprensible, supongo. A partir de ahora máximo veine grados y apagada si no hay nadie en casa. Lo de la luz es sin embargo un misterio sin resolver. Para estar todo el día fuera y no tener ni horno ni lavadora ni lavavajillas, no me explico como el gasto sextuplica lo esperado. Y vamos a ver, que vivo en cincuenta metros cuadrados, no es que puedas olvidarte luces encendidas sin reparar el ello a los diez minutos. ¿Qué es lo que consume tanto? ¿¿El hervidor de té??
¿Pero qué pasa? ¿Los anteriores inquilinos vivían a oscuras?
Moraleja del asunto. Desconfiad de lo que la compañía eléctrica extrae de vuestra cuenta bancaria cada mes; no significa nada. Intentad ahorrar siempre al máximo, pues hagáis lo que hagáis va a ser caro de cojones. Y en caso de querer controlar vuestro gasto aproximado en lugar de aguardar tooooodo un año para descubrir el importe de la factura, podéis recurrir a las técnicas de ahorro de mi tio-abuelo, que guardaba siempre una libretita en la guantera del coche para controlar el gasto de gasolina (y bajaba las cuestas en punto muerto para reducir este gasto, pero eso es harina de otro costal). Visitad más a menudo ese triste y polvoriento cuarto de contadores y dejad una nota con las cifras que encontráis en los medidores. Pasado digamos un mes, podréis ver la diferencia acumulada y calcular cuanto os va a costar (a día de hoy el metro cúbico de gas vale sobre 0,7 céntimos y el kwh sobre 0,23 aunque la factura final siempre será más elevada a causa de impuestos y otras mandangas).
Y esto es todo por hoy. Si tenéis algún consejo sobre eficiencia energética o fuisteis protagonistas de alguna historia parecida que pueda confortarme en mi ignorancia, serán muy bien recibidos. Y si no, ya sabéis como colaborar con esta página y rebajar unos centimillos a mi deuda inesperada. Saludos a todos.