Quedar expuesto durante la noche a una luminosidad persistente conduce a un incremento de peso, incluso sin comer más o hacer más actividad física, según avanza una pesquisa realizada con ratones de los Estados Unidos.
“A pesar de no existir ninguna diferencia en el grado de actividad física o en la cantidad ingerida habitualmente, los ratones que vivieron con luz durante el ciclo nocturno adquirieron mayor peso que el resto del grupo”, según expresa la principal autora del estudio publicado en una revista online especializada en ciencias.Los investigadores constataron que los ratones sometidos a una luz más débil durante la noche durante 8 semanas tenía, al completar la fase, un IMC (índice de masa corporal) de alrededor del 50% superior a aquellos que tuvieron un ciclo nocturno normal.