Revista Decoración
Hoy nos trasladamos hasta Saint Tropez para una visita a un lugar con todo el encanto de la sencillez: la Madrague.
La Madrague fue la primera casa de Brigitte Bardot. Era una pequeña cabaña de pescadores en Saint Tropez, en un pequeño pueblo donde no había grandes mansiones.
La adquirió en 1958 con la ayuda y consejo de sus padres, y en sus propias palabras, “fue mi primera casa”. En este lugar se refugiaría de una fama que llego a hartarla, y quizás por ello, tanto el interior como el exterior destilan sencillez y pureza.
Los muros en blanco puro encalado, la cocina rústica, el dormitorio al estilo provenzal, se mezclan con muebles y colecciones de varias épocas , formando un cóctel intemporal.
En el exterior, destaca un paisajismo casi salvaje y virgen, repleto de plantas aromáticas, con algunas paredes cubiertas de mimosas, que enmarca la vivienda a la perfección. La piscina de aspecto rústico, como una alberca, completa el jardín pavimentado con losas de piedra.
Una de las pocas intervenciones que se hicieron en el entorno fue la de crear una pequeña playa delimitada por muros a ambos lados de la casa, bajo petición especial de la propietaria, para salvaguardar su intimidad.
En La Madrague, BB organizó fiestas con amigos como Alain Delon, Sacha Distel y Jean-Paul Belmondo, las cuales llegarían a los titulares de los periódicos.
BB vive aún hoy en La Madrague, en compañía de su actual marido, y entregada por completo a su labor de protección de los derechos de los animales.