La madre de todas las dietas

Por un principio de curiosidad y no ser descortés ante la insistencia, acepte un chequeo nutricional de cortesía en un centro de control de peso muy reconocido, que promete resultados dramáticos en solo 90 días o me devolvían mi dinero.

No tenía nada que perder. Conozco bien la técnica de planes de dietas, mi peso es correcto, me alimento muy bien, realizo ejercicio y no tendría que pagar nada. Pero que tremenda desilusión cuando me entrevistó la “especialista” en nutrición y control de peso, quien portaba tremendo gafete y colgaba sus honores en la pared.

Para sorpresa mía, la única pregunta que me hizo fue si yo padecía de algo y después de pesarme me enseño una gráfica diagnosticando todos mis males asociados a esos kilos que me sobraban.

-“Lo bueno es que usted tiene solución, si decide integrarse a nuestro sistema con miles de personas satisfechas.”- Me dijo mirándome a los ojos y esperando mi aprobación.

-¿Y en que consiste el plan? – le pregunté boquiabierto y tratando de disimular mi desconcierto.

En forma resumida y mostrándome unas tablas gráficas, esta fue su respuesta:

“Reducir las harinas, las proteínas, las grasas y los azúcares. Reemplazaremos algunos alimentos por sustitutos o productos “light” y cada semana llevaremos un control de peso. Si rompe la dieta (el menú suministrado), pierde la garantía de los 90 días y podría haber una penalización si se extiende el plan. Y no es necesario que haga ningún tipo de ejercicio para no alterar el metabolismo durante la duración del plan.

Miles de personas satisfechas

Ciertamente es válido y recomendable el incluir asistencia profesional, pero si usted desea realizar un cambio que le permita verse y sentirme mejor, no se deje estafar y haga lo que tiene que hacer. Miles de personas buscan escusas y hasta pagan para que alguien más justifique su incapacidad de tomar decisiones correctas y hacerlas creer que están satisfechas.

Esta “especialista” ni siquiera se molestó en saber sobre mis hábitos, pero si se atrevió a predecir mis trastornos con el fin de venderme un plan militar de hambre y desnutrición, que luego abandonaría al final del contrato de 90 días, como si se tratara de un concurso y así cobrar sus honorarios.

Perder peso no es difícil. De hecho, si te amputas una pierna, reducirás tu peso en un 10% de forma sencilla e inmediata. Pero supongo que eso no es lo que tendrías en mente. Bueno, perder peso extremo en pocos días, quizás no te deje sin pierna, pero las consecuencias podrían ser igual de indeseables.

Una dieta es el conjunto de alimentos nutricionales que ingerimos. El concepto proviene del griego díaita, que significa “modo de vida”. La dieta, por lo tanto, resulta un hábito y constituye una forma de vivir. Pero el término dieta suele referirse a los regímenes especiales para bajar de peso o para combatir ciertas enfermedades, aunque estos casos representan modificaciones de la dieta y no la dieta en sí misma.

En el caso más comercial, estas dietas son interpretadas como un mecanismo acelerado para perder peso mostrando resultados visibles, aunque no necesariamente saludables. Pero ninguna funcionará si antes no educamos nuestra mente para que la correcta alimentación se convierta en un hábito. Caso contrario, al final de régimen impuesto volveremos al mismo punto, o quizás peor.

La madre de todas las dietas

El cuerpo humano es una máquina perfecta que sabe lo que tiene que hacer para llevarlo al estado óptimo que usted necesita. Pero tiene que USTED tiene que aprender a entrenar su cerebro para que adopte las buenas prácticas de la salud y todo, absolutamente todo, volverá al estado óptimo de bienestar. De lo contrario necesitará pagarle a alguien para que le mienta y usted siga engañándose.

Estas son solo algunas recomendaciones básicas, las cuales estoy seguro habrá escuchado, pero tiene que hacerlas efectivas en su vida para que funcionen.

• Duerma suficiente. Tome en cuenta que al alterar el reloj biológico, tendrá más hambre y menos saciedad, lo que lo llevará a comer más y subir de peso.
• Nunca se salte comidas. No comer también engorda. La ciencia asegura que saltarse las comidas es tan dañino como comer en demasía pues el organismo humano es increíblemente sensible a una baja en la ingesta y, para compensarlo, lo que hace es disminuir su metabolismo y acumular grasa como reserva. Para evitarlo y no caer en la gordura, los nutricionistas dicen que lo mejor es ingerir dosis pequeñas de alimentos cada dos horas, para que el metabolismo se acelere y el cuerpo queme más energía.
• Alimentación saludable. Coma de todo lo que necesita pero prefiera los alimentos naturales y frescos antes que los procesados. De preferencia más alimentos vivos (de origen vegetal). Hay miles de impresos que pueden ayudarle. Empiece hoy.
• La grasa corporal no es mala, la necesitamos para vivir. El asunto es que solo requerimos la cantidad que el cuerpo puede quemar y el excedente nos causa el sobrepeso. No coma más de lo que necesita.
• Practique algún ejercicio. La actividad física aporta muchísimos beneficios a nuestra buena salud. Si nuestro cuerpo se encuentra físicamente sano y activo, evitaremos un sin número de riesgos y disminuiremos el estrés.
• Eduque su mente. Quizás para mí la recomendación más importante. Nuestro cuerpo reacciona según nuestras costumbres. Si no cambiamos nuestros hábitos, cualquier esfuerzo tendrá poca duración. Pero si entrenamos nuestra mente, los cambios serán permanentes.

Conclusión

Solo hay una dieta integral que te ofrece resultados efectivos y duraderos; educando nuestra mente y mejorando nuestros hábitos alimenticios.

Mientras cuidemos ese ciclo natural, el cuerpo estará “alineado biológicamente” y funcionará en forma saludable. Sin embargo, cuando dormimos poco o mal, nos saltamos comidas, nos estresamos o no realizamos actividad física, el reloj biológico se altera y comienzan los problemas.

Por eso si se compromete con usted mismo y hace lo que sabe que tiene que hacer para cuidar su salud, siempre verá resultados y se sentirá orgulloso.

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