La madre del WiFi

   Una de los rostros mas icónicos y hermosos de Hollywood fue la despampanante Hedy Lamarr, repudiada en los años 30 por su polémico rol en la película "Extásis" , donde protagonizó el primer desnudo integral de la historia del cine y tuvo que fingir un orgasmo, levantando las más  escandalosas opiniones y despertando el amor de un sombrío personaje. 

 Actriz consumada, pero no solo poseedora de una gran belleza, sino también de una mente cultivada e innovadora que aparcó su carrera de ingeniería para dedicarse completamente a su amor por la actuación, fue casada a la fuerza con el magnate de la industria armamentista Fritz Mandl, quien la condenó a un matrimonio torturante, rodeada de lujos sumida en cadenas. A la hermosa Hedy  no le era permitido desnudarse ni siquiera tomar un baño si no se encontraba en presencia de su esposo y estaba obligada a seguirlo en todas sus presentaciones y compromisos sociales. Así la actriz conoció a figuras como Hitler o Mussolini en las lujosas fiestas de su marido. Ansiosa por retomar el control de su vida y escapar de las garras monstruosas de sus esposo Hedy retomó sus estudios de ingeniería e inteligentemente recopiló toda la información que pudo de las reuniones a las que estaba obligada a asistir, hasta que un día en ausencia de su conyugue escapó, administrando un somnífero a su asistenta y disfrazándose como ella.

 Acosada por los guardaespaldas de su marido que la perseguían implacablemente logró llegar hasta Londres, donde abordó un trasatlántico hacia Estados Unidos, a bordo del barco conoce al productor Louis B. Mayer, y para cuando la embarcación tocó puerto en tierras americanas ya la actriz tenía contrato con la Metro Goldwyn-Mayer. 

 Instalada en Hollywood, Hedy trabajó con varios directores y fue una estrella de su época, sin embargo la hermosa actriz era mucho más que eso, su inteligencia la llevó a ofrecer sus servicios durante la Segunda Guerra Mundial al ejército estadounidense, debido a su conocimiento privilegiado acerca del armamento alemán.

 Ubicada en el departamento de tecnología, la actriz se dio cuenta de que era muy sencillo interceptar las señales de radio que guiaban a los torpedos norteamericanos y elaboró junto a su amigo George Antheil un sistema de detección de torpedos teledirigidos, tomando como inspiración un principio musical que funcionaba con 88 frecuencias, en alusión a las teclas del piano, y tenía la capacidad de identificar señales de transmisión entre las frecuencias del espectro magnético. 

 En aquel entonces los militares no apreciaron la utilidad del invento de Lamarr, hasta que en 1962 se produce la crisis de los misiles cubanos, fue entonces cuando la tecnología de Hedy se empleó para

interceptar las comunicaciones y el control de los torpedos. Hoy en día este método se emplea en los sistemas de posicionamiento por satélite, como el GPS y fue el precursor del sistema wifi que tanto empleamos.

 Al finalizar la guerra Hedy fundó una compañía cinematográfica que no alcanzó gran renombre, mientras seguía explorando su faceta de inventora, oculta de la Metro Golden-Mayer. El declive de su carrera llevó a Hedy por amargos caminos, en los que adoptó nocivos hábitos que destruyeron su imagen y su psiquis, como el consumo de pastillas, la obsesión con la cirugía plástica y la cleptomanía. 

 Juzgada y repudiada la actriz se recluyó en su mansión de Miami para pasar sus últimos años de vida alejada del mundo que tanto había marginado su lado intelectual, el mismo mundo que usaba sus inventos sin tan siquiera mencionar su nombre. Cuando en 1997 llegaron al fin los reconocimientos a sus capacidades, ya era demasiado tarde, la amargura había ocupado toda su alma y a la noticia de que sería reconocida con el "Pioneer Award" fue recibida por Hedy sin emoción alguna, apenas pronunció la frase: "It´s about time" ( ya era hora).

 Hedy Lamarr fue una de las actrices e inventoras más singulares del siglo XX, encasillada siempre por su condición de fémina, recibió los reconocimientos tardíos a su labor científica, que llegaron a ella evocando escepticismo y rechazo a un mundo que tanto tiempo se los había negado. Hedy, quien  fue una mujer brillante, una combinación letal entre belleza e inteligencia murió el 19 de enero del año 2000 y hoy en día en  Austria se celebra el día del inventor el 9 de noviembre ,en honor a su nacimiento.