Recuerdo que la maestra nos preguntaba a todos en la escuela que queríamos ser cuando creciéramos, y ahora que lo pienso bien el Pequeño Nicolás y yo no tenemos historias tan distintas. Creo que en ese momento pensé ser como Britney Spears o tal vez como Shakira, una vez quise ser como Marie Curie hasta que me contaron sobre su muerte. Luego pensé en ser actriz Disney pero en ese entonces tenía dos pies izquierdos.
Quise ser como mi mamá, pero recordé que odio a veces la cocina y proyectaba en mi una chef empedernida, sólo cuando el hambre toca la puerta de mi estómago la cocina y yo empezamos una relación seria y estable.
Luego de tantos años pensé en que quería ser de grande; ¡y es que uno nunca deja de crecer! Creo que eso es culpa de Dios porque él decidió hacer de nosotros animal evolutivos sino pues no seríamos tan peludos después de habernos rasurado al octavo día, el reloj del ser "mamá" no funcionaría en mi cuerpo recordándomelo cada vez al mes y los muchachos no me gustarían cada vez más maduros.
En resumidas cuentas, cuando sea grande quiero ser como todos. Todos queremos lo mismo.
Cuando sea grande quiero ser una payasita, para reírme de la gente sin que me juzguen, robar sonrisas sin que sea ilegal y que me paguen por sacar lágrimas de los ojos de quienes no están tristes.
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