El post de hoy lo quiero dedicar a un tema que genera bienestar para nuestros bebés, me refiero a la calma y el ‘a gustito’ que puede generar un masajito en los pies de nuestros retoños.
Cuando fui al taller post parto poco tiempo después del nacimiento de Mar, nos hablaron un poco de reflexología podal, en nuestro caso nos venía muy bien porque Mar sufría de estreñimiento y me dijo mi matrona María Jesús que un masajito en forma de ‘L invertida’ empezando por la base del pie de mi bebé hasta el talón le podía venir muy bien y así fue, le calmaba mucho aquel malestar de no poder hacer caca, digamos que no se le quitaba el estreñimiento pero si la relajaba.
Pasado el tiempo, más de 2 años, cae en mis manos un mapa de reflexología de pies y curiosamente Luna estaba de 6 meses y recordé el alivio que le produjo a Mar en su momento de malestar, una noche de esas, Luna estaba muy molesta con los dientes, su primer diente ‘digo yo del que más duele’ y la pobre tenía mucho malestar… apliqué mi reflexología podal para bebés… y digo mía porque la verdad no estaba muy enterada del detalle, pero se lo hice con mucho cuidado y con mucho amor, primero masajié cada uno de sus gordito deditos y luego toda la planta del pie, ¿qué lo dice bien o mal? técnicamente no lo sé, pero Luna con lo incómoda que estaba y poco a poco se fue dejando caer en mis brazos hasta el punto que parecía derretirse de lo relajada que estaba y lo mejor de todo DURMIÓ TODA LA NOCHE!!!
Revisé mi mapa de reflexología para ver más o menos la correspondencia de los diversos puntos del pie con los órganos del cuerpo. Así que cada vez que mis pequeñas tienen una mala noche, o están un poco nerviosas, les hago un poco de masaje en los pies y quedan divinas.
Y yo me digo, yo que no sé mucho de esto y hago maravillas, por eso invito a los papis y mamis a masajear los pies de sus pequeños, de forma muy delicada pero sobre todo con mucho amor, esa es la combinación perfecta para relajarlos y darles bienestar.
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