El gran descubrimiento de estas navidades lo hemos encontrado en el sur de Francia, concretamente en el pueblo de Port Barcarés, dónde como por arte de magia se alza una preciosa Villa navideña, en la que pequeños y grandes tienen la oportunidad de pasar una jornada especial navideña.
Pero antes de adentrarnos en esta Villa navideña decidimos aprovechar el viaje para visitar Schtroumpf Experience, que está muy cerquita. No teníamos ni idea de lo que nos íbamos a encontrar, sólo que trataba de los Pitufos, y, la verdad, es que también nos sorprendió y también disfrutamos muchísimo. Se trata de una exposición interactiva de Los Pitufos que ya ha visitado varias ciudades europeas, cómo París y Bruselas, y que estos días se encuentra también en Port Barcarés. A las 13 h., una hora antes que abriera sus puertas, comimos unos bocadillos en una pineda que hay justo al lado, y a las 14 h entramos de los primeros. Pudimos disfrutar de la experiencia sin hacer casi cola y sin tumultos. Los peques, de 3 y 8 años, se lo pasaron en grande, adentrándose en la aldea de los Pitufos y interactuando en las múltiples actividades de la aventura (saltos de cuerda, tobogan, puente colgante, pantallas, tablets interactivas, etc). Una exposición con todo lujo de detalles que hará adentrarte y sentirte pitufina por un rato.
Y cuando ya acababa el recorrido cuál fue nuestra sorpresa que todavía quedaba por disfrutar de la última de las actividades y… ¡la más sorprendente! Se trata de un viaje 3D impresionante dónde vuelas a lomos de una cigüeña como si fueras un pitufo más. Todos quedamos entusiasmados con esta última experiencia. Así que totalmente recomendable visitar también Schtroumpf Experience. Lo podeís visitar tranquilamente en una hora y media. Eso sí, a las 15,30h, cuando salimos, había ya una larga cola en la entrada.
Hacia las 16h ya estábamos dentro de Le Village de Noël, gracias a la suerte de encontrar un aparcamiento justo delante de la entrada. Para los que no seais tan afortunados, os diré que hay grandes aparcamentos alrededor, aunque eso sí, hay que andar un ratito. Como visitamos antes Schtroumpf Experience, teníamos entrada gratis. La entrada a la Villa es de 5 euros y sólo pagan mayores de 11 años.
A esa hora no encontramos nada de cola y pasamos el control de seguridad muy rápido. Y hasta aproximadamente las 17,30 h pudimos visitar la villa sin aglomeraciones, subir a los peques en las atracciones, y verlo todo con mucha tranquilidad. A partir de esa hora la cosa ya se complica: largas colas de entrada y mucha, mucha, pero que mucha gente (andar por las calles de la villa se hace muy difícil del gentío que hay, y más con un cochecito). Así que cuando empezó a llegar el tumulto, decidimos comernos unas galletes, recorrer un poco nuevamente la villa de noche para contemplar sus luces navideñas y acto seguido salir pitando para volver a casa.
En resumen, de 14 h a 15,30 h estuvimos en los Pitufos y de 16 h a 20 h en la Villa Noëll (más que suficiente si vas con niños).
En Le Village de Noël podrás hacerte mil fotos en esculturas navideñas gigantes (Papa Noël, renos, etc), visitar por dentro el barco Lydia (en el interior encontrarás paradas artesanales, bar, decoración navideña,…), subir en las atracciones, patinar sobre hielo, deslizarte por los toboganes de hielo, tomar cualquier tipo de comida (hay decenas de paradas distintas para todos los gustos), degustar el típico vino caliente, subirte a la noria, visitar las esculturas de hielo y recorrer por la noche sus calles iluminadas y sus preciosas esculturas de luces. Además cada día realizan espectáculos, pasacalles, e incluso algunos días fuegos artificiales, que amenizan todavía más el ambiente navideño y mágico del lugar.
El precio de las atracciones es más barato que aquí. Allí cuestan 2,50 euros las atracciones de los pequeños y 3 euros la de los grandes. Podéis encontrar el precio de las otras actividades, como la pista de hielo, tobogan de hielo, etc en la web Le Village de Noël.
Y podéis comer por cualquier precio, des de 8 euros de una gallete hasta menús de 80 euros, o 5 euros una docena de churros, por poner algunos ejemplos. Así que no encontré nada desorbitados los precios tanto de atracciones como de comida comparándolos con los de aquí.
En definitiva, una muy recomendable visita para aquellos amantes de los mercados navideños, tanto para ir solos como acompañados de peques. Tienen una ambientación navideña muy lograda y está todo muy cuidado y en muy buenas condiciones. La magia de la Navidad se encuentra en cada rincón de Le Village de Noël.