Revista Decoración
CARMEN HITA
La Maison Bernand es una casa renovada hace año y medio, tras una gran reforma que duró cinco años. Esta mansión, construida en 1971, parece más un submarino o una representación cinematográfica retro-futura, que un edificio real.Edificada en la Costa Azul (cerca de Cannes), su ubicación exacta no se conoce hasta que no reservas la visita guiada. Está abierta al público todos los martes desde octubre hasta abril y sólo admiten grupos reducidos de hasta ocho personas. Si no puedes escaparte a conocerla en su último mes de apertura, la traemos a nuestra página para darle una visual y conocer su trayectoria. Una casa parecida a un hormiguero en la que son humanos los que pasean a través de sus túneles y cavidades, pero, ¿Es lo bastante cómoda para vivir a diario?
Con una visión única su arquitecto Antti Lovag llamó a su proyecto "Habitologist", 'una casa envoltorio que abarcaba las necesidades del hombre'. Edificada en la región de la Provenza junto a los Alpes y la Costa Azul es el primer trabajo del arquitecto húngaro a la cual se le sumarían posteriormente otras logradas construcciones como, Le Palais Bulles, un proyecto para el diseñador Pierre Cardin. En concreto Maison Bernad se construyó para un empresario francés con unas formas orgánicas que posiblemente fueran destinadas más a llamar la atención, que para vivir en ella.Las paredes revestidas con extraños orificios sustitutivos a los ventanales de una casa convencional y sus pasillos recuerdan a un pasadizo de hormiguero realizado a escala humana. Sus impresionantes vistas al mar Mediterráneo es otro de su atractivo principal, realmente sorprende encontrar en plena Provenza una casa con un diseño tan singular y construida hace 46 años.Antti Lovag concibió esta casa encuadrando las vistas más espectaculares con las zonas principales de la vivienda, a partir de ahí se conectaron las habitaciones mediante largos pasillos de metal. Las renovaciones de la Maison Bernad han sido supervisadas por la arquitecta Odile Decq (la arquitecta más punk), cosa que a la profesional le ha deleitado entre tanto arte y excentricidad. Estoy convencida que ha colmado el trabajo de Lovag dando ese punto extravagante y actual que le faltaba por completar en nuestros tiempos y que al gran arquitecto no le habría importado en absoluto.
Los colores exteriores e interiores setenteros nos continúan sorprendiendo en nuestra época actual, mientras continúa causando una atracción intrigante. Las visitas en la Maison Bernad se realizan con los móviles en modo silencioso, los animales no están permitidos, los vídeos y fotografías están prohibidos desde cualquier dispositivo y para continuar con el misterio que la envuelve, no se facilita la ubicación real de la casa, ni siquiera en el mapa aparece su lugar especificífico, sólo una señas que donde más tarde el trayecto se desvía.La situación no establecida sólo se muestra en la intersección de las avenidas de la Costa Azul y la avenida Real. Imaginamos que estas restricciones se dan la mano con la afluencia de público que puede llegar a tener y que no beneficia a los artistas que en ella trabajan durante todo el año siendo un espacio experimental y en constante evolución para los estudiantes.El paisaje circundante contrasta con su estructura ondulada de color anaranjado. Una construcción repleta de burbujas relajantes, que hoy en día, siguen desconcertando por su diseño futurista y atrevido que siembra cierta duda para vivir en ella durante el año. ¿Qué opinas?Fotos | Antti Lovag, Le Xploreur