Revista Cultura y Ocio
Pequeños cubos olvidados en los que yo vivía contigo. Así se construye una vida, sumando uno a uno los recuerdos, mientras el agua nos va cubriendo sin apenas darnos cuenta. Más de ochenta lunas, primaveras, veranos, inviernos... dentro de esos pequeños cubos, contigo, siempre contigo. Pero nada permanece demasiado tiempo. Nada excepto las hojas arrastradas por el viento, la música, los libros, la tierra... y el amor. Y esos pequeños cubos olvidados- ahora que la casa está casi deshabitada, triste y misteriosa sin ti- albergan todavía el crepitar de todo lo que nos quisimos. Y llueve sobre la casa y la ciudad y yo me sumerjo en el agua para buscarte, para resistir al tiempo, para preservarte en la memoria de las ruinas en sombra que un día seremos. Desandando los días, juntos, retrocediendo en el tiempo, te vuelvo a tener a mi lado, mientras la lluvia ahoga la ciudad y nos hiela las mejillas. Porque cualquier pequeño gesto de amor vuelve a encender siempre el mundo y a habitar de nuevo los pequeños cubos olvidados en los que un día fuimos nosotros y felices.
Joya de la animación de apenas 12 minutos de Kunio Katô que se llevó el Oscar en el 2008(pinchar sobre el vídeo para ver en pantalla completa):
Saludos de Jim.