Revista Salud y Bienestar
Se asomó a mi puerta diciéndome algo que a priori no entendí, por encontrarme al teléfono, con los auriculares… Mediante gestos le hice entender el motivo por el que no podía oírle y habría de esperarme un poco…Al terminar la llamada, salí a buscarlo:-. ¡Pase, pase por favor!… Dígame, ¿en qué podemos ayudarle?-. Pues verá Ud. Doctor. Yo tengo la tensión alta, ¿sabe Ud.?-. ¡Claro que lo sé, Ramón!: aun hace poco que te cambié el tratamiento… ¿Qué pasa?... ¿No te va bien?-. Sí, doctor, ¡me va estupendamente!... No es eso… Es que… Verá Ud.… Esta mañana me han llamado para que vaya a ponerme la vacuna… ¿No podría Ud. hacerme un papel en el que dijese que a mí no pueden ponerme "la mala”?