Excelente y recomendable artículo de Daniel Ari, como todos sus escritos:
De la valla de seguridad (entre Israel y Cisjordania) levantada por los israelíes, se ha llegado a decir que es el “Muro de la vergüenza”, el “Muro del Apartheid” y no sé cuántas tonterías más.
Antes de explicar qué es y por qué se levantó, permítaseme una pequeña digresión. Vallas (contra la inmigración ilegal o anti terroristas) hay en muchos países. Aquí una lista:
Los españoles tenemos la nuestra, en Melilla. Pero al progrerío mundial sólo le preocupa una: la israelí. No tiene la menor idea de por qué está allí ni cuál es su finalidad, pero se sirve de ella a menudo para cargar su discurso judeófobo.
Bien, vayamos al tema. Antes del inicio de la construcción de la valla, Israel era objeto de una cantidad de atentados terroristas sin precedentes como parte de la Segunda Intifada. Ningún país occidental, ninguna democracia liberal, se ha enfrentado jamás a semejante ola de terror: terroristas suicidas haciendo volar autobuses llenos de niños, discotecas de adolescentes, restaurantes, etc.
Sólo entre los años 2000 y 2003, se cometieron más de 73 atentados suicidas, con un saldo de cientos de muertos y miles de heridos. La inmensa mayoría de estos atentados fueron realizados por terroristas suicidas provenientes de Cisjordania (Judea y Samaria). Aquí un par de ejemplos (con fotos hechas a distancia, “después de haberse evacuado los heridos” y lo menos gore posible).
Atentado en la pizzería Sbarro, en Jerusalén, el 9 de septiembre de 2001. 15 civiles asesinados (7 niños y una mujer embarazada), y 130 heridos.
Atentado en autobús de la línea #19 de Egged, en Jerusalén, el 29 de enero de 2004. 11 muertos y 50 heridos.
Después de intentar infructuosamente atajar esta ola de terror mediante otras opciones, en el 2003 empezaron los trabajos de construcción del primer tramo de una valla de seguridad que, una vez terminada, se extendería 720 km.
¿Por qué hablo de valla y no de muro? Aunque los medios occidentales sólo nos sirven este tipo de imágenes…
… lo cierto es que sólo el 3% de la valla está hecha de cemento. Ese 3% está concebido, no sólo para evitar que se infiltren terroristas, sino también para impedir que disparen contra vehículos israelíes que circulan por las autopistas a lo largo de la Línea Verde, contra centros de población y otros objetivos. En algunos casos, debido a la densidad urbana, la construcción de una valla normal habría sido imposible y se ha tenido que recurrir a la barrera de cemento.
Pero el resto de la valla, el otro 97%, es así:
Estos son los elementos principales de la valla. (La leyenda pone: 1. Valla de detección de infiltraciones, 2. Zanja, 3. Camino para patrullas, 4. Camino de tierra para seguimiento de infiltraciones, 5. Valla de alambre de púa)
Este mapa muestra el trazado completo. Los tramos de cemento están señalados con una línea negra.
¿Cumple con su objetivo la valla de seguridad? ¿Está siendo eficaz? ¡Desde luego que sí! En los 34 meses que van del inicio de la Segunda Intifada, en septiembre de 2000, hasta la construcción del primer tramo continuo de la valla, a finales de julio de 2003, los terroristas de Cisjordania llevaron a cabo 73 ataques con un saldo de alrededor de 300 muertos y casi 2.000 heridos. En los 11 meses que van entre la edificación del primer tramo de la valla, a principios de agosto de 2003, y agosto de 2004, sólo 3 ataques tuvieron éxito, y los tres se produjeron en la primera mitad de 2003. Incluso los propios palestinos se lamentan de su eficacia.
Este gráfico nos muestra la relación entre atentados ejecutados (línea roja) y atentados frustrados (línea verde) entre mayo de 2002 y septiembre de 2003 (la línea vertical azul marca el inicio de la construcción de la valla):
¿Por qué la valla no se construyó a lo largo de las líneas previas a junio de 1967 (la antigua Línea Verde)? Porque la única finalidad de la valla es evitar la infiltración a Israel de terroristas provenientes de Cisjordania. Por esa razón, la valla se ha levantado allí donde era necesario proteger a la población civil. Su trazado tiene en cuenta la topografía, la densidad de la población y la evaluación del nivel de riesgo en cada zona específica. Construirla en la Línea Verde no habría sido más que una declaración política, sin efecto alguno sobre la seguridad de los ciudadanos israelíes. Sin embargo, siempre que ha sido posible por las condiciones de seguridad y el terreno, la valla se ha levantado respetando la Línea Verde.
¿Constituye la valla un obstáculo para la paz? El terrorismo es un obstáculo para la paz. La valla es un obstáculo para el terrorismo.
El día que cese por completo el terrorismo, la valla podrá ser desmantelada. Israel ha demostrado que no tiene inconveniente en quitar o desplazar una valla, por muy costosa que haya sido su construcción. A lo largo de la frontera con el Líbano, Israel tiene una valla altamente tecnológica dotada de cámaras de vigilancia, y ha movido tramos de esta valla más de una decena de veces para adaptarse al proceso de retirada del Líbano verificado por la ONU.
¿La construcción de la valla tiene en cuenta las necesidades de los palestinos? En la medida de lo posible, sí. Los gobiernos israelíes han hecho lo posible por evitar el uso de terrenos privados, por ejemplo. Siempre que ha sido necesario confiscar terrenos, sus propietarios han sido debidamente indemnizados. Y se han establecido decenas de puntos de paso para permitir la libre circulación de personas y mercancías. Además, los palestinos han podido apelar al Tribunal Supremo de Israel, que, en algunos casos, ha obligado al gobierno israelí a cambiar el trazado en determinados puntos.
¿Podría haber evitado la Autoridad Palestina la construcción de la valla? ¡Sin duda alguna! Los palestinos sólo se pueden culpar a sí mismos de la construcción de la valla. Como he dicho, la decisión de levantarla se tomó solo después del fracaso de otras opciones. La Autoridad Palestina no sólo no cumplió con su compromiso de combatir el terrorismo (Acuerdos de Oslo), sino que lo ha venido promoviendo. Sin terrorismo palestino, Israel jamás se habría planteado levantar esa valla.
Por último, como dato adicional me gustaría mencionar que Israel está construyendo un muro (este sí, un muro de acero como Dios manda) subterráneo con sensores antisísmicos para evitar la permanente construcción de túneles en Gaza cuya finalidad es infiltrar terroristas en el sur del país. Esos túneles, que a veces han desembocado bajo guarderías, se construyen, entre otros, con dinero del contribuyente europeo.