Cada vez que Blac Chyna se ha asomado por aquí lo ha hecho con poca ropa y cero glamour. Esta vez ha intentado mejorar ambos aspectos, con resultado desastroso.
Ir con vestido largo y tul no siempre es sinónimo de elegancia. Menos aún si no llevas ropa interior.
Y como las mamarrachadas nunca vienen solas, cuando Blac Chyna sale de fiesta no duda en rodearse con todo tipo de personajes pintorescos.
Como veis, ni en verano decae el mamarrachismo. ¿Que os ha parecido la protagonista de esta semana?