Hoy en día el termino mamitis puede verse de forma inadecuada. Yo siempre he oído hablar de mamitis, ¡pero nunca lo he visto como algo negativo! El problema es que con los años hay quien ha transformado la palabra “mamitis” como si fuera un trastorno equivocado del bebé, o como si la madre fuera la culpable de ésta.
Hoy leía en “Mi bebe y yo” un artículo sobre la mamitis, donde comentan que ésta se debe a la ansiedad por la separación, y es una fase normal del desarrollo que va disminuyendo gradualmente, a medida que el niño crece. En este período, el pequeño desea estar siempre con su madre y siente angustia si ella se aleja: se siente inseguro, asustado, triste y a veces enfadado. El llanto, los gritos y, en ocasiones, los caprichos son sus maneras de manifestar sus emociones, y su nivel de “mamitis” muestra su adaptabilidad a los cambios.
Pues bien, ¿qué tiene de malo que nuestros peques quieran atención, amor y caricias de su mami? A mi me encanta y así aprovecho yo también, que seguro más adelante, con los años, se dejará menos.
¿Y por qué me ha dado por escribir este post?
Porque a pesar de que este artículo diga que sucede a partir de los 13 meses, os puedo asegurar que pasa incluso antes. ¡Y es que Chloe hoy tiene una gran mamitis! Y ella aun no ha cumplido los 5 meses.
El caso es que ya hace tiempo que me doy cuenta de esto pero esta vez creo que lo puedo confirmar. Nosotras pasamos todo el día juntas y … ¡SOLAS! Yo trabajo en casa y ella esta SIEMPRE a mi lado. Cuando se cansa jugamos juntas, sino la cojo en brazos o sino, comemos y dormimos. Así que se puede decir que COME, CAGA Y JUEGA con su madre. Excepto un ratito a la noche que llega el papi para jugar un rato con ella y le hace el bañito, y ahí tienen su momento padre e hija. En definitiva tenemos nuestros mini mundo creado por nosotros 3 y basta. (Todos los familiares, tanto maternos como paternos, viven lejos y por eso no les vemos con frecuencia)
Pues aquí llega el problema, cada vez que nos vamos de fin de semana o de vacaciones fuera de casa, donde vemos a mucha gente “nueva”, que la cogen en brazos unos u otros, y que salimos un poco fuera de su rutina… al llegar a casa, llega su mamitis.
Este fin de semana hemos estado en casa de sus abuelos, y como que vivimos fuera de la ciudad, nos quedamos a dormir y a pasar las 24 horas con ellos los días que estamos ahí. De modo que la piccola pasa de los brazos de uno a los brazos del otro (abuela, tía, tío, la amiga de…), le habla uno, la estimula otro… ¡y todos quieren estar con ella! Dejando así poco tiempo para nosotras. Digamos que estamos juntas solo en sus tomas. Y pobrecita estoy segura que esto ella lo siente.
Y en días como hoy, ¡NO ME DEJA NI RESPIRAR! Quiere sólo brazos, pecho, mimitos y la atención de su mami. Se duerme y a los 10 minutos de dejarla en su cama se despierta lloriqueando y todavía con sueño… pero como a míme sabe mal, al final acabo dejándola dormir en mis brazos.
Pero la verdad…. te digo un secreto, me encanta ver que echa de menitos nuestra rutina, nuestros momentos y sobretodo, ¡que echa de menos estar conmigo!
Aunque puede que todo sea tan sólo fruto de mi imaginación y que en verdad haya tenido algún malestar por sus dientes, su barriguita o que simplemente tenga un día pesadito como a todos nos pasa. Pero yo me pregunto… ¿el hecho de que le pase esto cada vez que estamos fuera unos días, entonces qué significa? Ahi lo dejo…