Para Adriana Torres y la familia Ruiz-Funes
“La contabilidad macabra se refiere también a los despojosanatómicos o suntuarios de los sacrificados, aprovechadoscon fines crematísticos. Se utilizaron lascabelleras de treinta y dos mil mujeres para telas de butacas.Se vendieron las aplicaciones dentarias de oro. Seenajenaron los trajes de cien mil niños. Según balancede 3 de febrero de 1943, el campo tenía una reserva de178 millones de reichmarks.”Extracto del libro de contabilidad del campo de Auschwitz,citado por Mariano Ruiz-Funes(ministro de Justicia con Azaña), en sus artículos de losaños 50, en el exilio.“No parece haber esencia en la manera de recogerse el pelo.”Concha GarcíaIré a cortarme el pelo pronto
porque me llega por la cinturay estoy cansada ya de cepillarlo,lavarlo, darle brillo; total, para llevarlorecogido o metido en un sombrero.Mi madre lo verá y muy enfadadalamentará mi pelo perdido, lacio y negro,“así se lo cortaban a las pobresreclusas en la guerra”, decían las abuelas.Se lo cortaban por los piojosy las melenas sanas las vendíanpara hacer tela o trenzas para las Dolorosas;y esto se repite en todoslos campos de concentración del mundo,prisiones, sanatorios, en Auschwitz y en Polonia.
Es tan fácil cortar unos cabellos,tan sencillo, hasta el aire los levantasin esfuerzo, la mínima tensiónlos encanece.Me he sentadoen la peluquería unos minutosy sólo ha sido un baile de chasquidos,un leve contoneo alrededorde mi cabeza y ya soy otra.¿Lo hicieron de igual modo entre los nazis?,¿utilizaban un recogedorpara barrer el pelo o trasladabancon mimo las oscuras madejas a los cestosque luego eran vendidosa tejedores y mueblistas?,¿lo llevaban peinado y liso en trenzaso enmarañado como burda lana?,¿y a cuánto se vendía?Estaban tales cuentas en los libros del campo,la contabilidad macabra de los sacrificados.Quizás todos nosotros debiéramos leerlosconocer esos números antes que los discursos,saber que allí la muerte no fue sólo una infamiasino también un rédito y un método,que no sufría el presupuestode la nación por cámaras, ni por desplazamientos,pues eran de valor las cabelleras,la manera de recogerse el pelolas mujeres, rapadas, de pie frente a los gases.
Y estaban nuestros nombres en las listas.Cristina Morano, La manera de recogerse el pelo. Generación Blogger