En Francia, el domingo 5 de octubre, los mismos sectores de la
población que el año pasado se oponían al matrimonio gay salieron a la
calle para protestar contra el gobierno de Manuel Valls, al que acusan
de querer imponer la reproducción asistida y los vientres de alquiler. Paralelamente, se organizó una contra manifestación con la consigna "la familia somos nosotros".
"Nuestros vientres no son carros de supermercado" era uno de los eslóganes de la manifestación. Como muy bien decía Jaime Urcelay: «La Manif pour Tous es la rebelión popular del sentido común frente a la suicida deconstrucción de la familia». Emociona el compromiso de gran parte de la población francesa, que desde ópticas muy diversas coinciden en defender la dignidad de la persona y el ecosistema de la familia natural.
Sí, señor, rebelión popular y espontánea del sentido común. Franceses, a partir de ahora tendré que miraros con buen ojo.