Cualquiera que esté metido en las Redes Sociales y que no filtre un poco la información que de ahí se desprende daría como ciertos varios hechos que son muy discutibles, no digo completamente falsos, pero si muy discutibles. Sobre este hecho hay varios ejemplos que podrían ser una evidencia de esta confusión.
Podemos y Pablo Iglesias, si solamente miráramos Twitter llegaríamos a una conclusión, en España no haría falta que hubiera elecciones, Podemos las habría ganado de calle. Siempre que Podemos quiere que algo se mueva por las redes sociales lo tienen fácil puesto que el partido ha crecido gracias a ellas. Se dice que Podemos tiene unas 400 personas dedicada única y exclusivamente a las redes sociales, tanto a la difusión de sus ideas como a la censura y el ataque de la gente contraria a esta formación. Para esto no hay más que hacer la prueba, publica un twit contrario a Podemos y verás el poco tiempo que tarda en aparecer alguien insultándote o simplemente censurando de una forma bastante agresiva tu opinión. De esta forma consiguen algo muy evidente que haya gente que por no tener problemas simplemente no opine y no diga nada.
Jesús Cintora. No dudo que Jesús Cintora pueda tener una buena audiencia en su programa, pero hay unas cuantas cosas que son bastante evidentes. La primera es que por mucha audiencia que tenga, Cuatro es una televisión menor, por lo menos con respecto a Antena 3, La Primera o Tele 5, la audiencia de Cintora, aunque pueda ser buena, no es tan buena como las audiencias que tienen sus competidores. Si alguien echa un vistazo a Twitter cualquier mañana ahí aparece algún Hashtag de este programa colocada entre las tendencias más altas, no tienen una audiencia tan alta, pero así hacen que lo parezca.
Comunistas, anarquistas, antisistema o proetarras varios. Los he metido a todos en un mismo grupo aunque no tengan nada que ver en sus ideologías. Bueno, no tienen nada que ver pero cada vez que aparece alguna noticia relacionada con cualquiera de ellos ahí aparecen todos a defender sus extrañas posturas. Esas amistades tan raras se dan porque en realidad suele ser gente a la que lo único que le importa es generar el máximo malestar posible y la máxima discordia. Son agresivos en sus twits y sus comentarios en los que lo mínimo que hacen es insultar, cuando no amenazar. En estos días se ha dado un extraño caso, varios anarquistas han sido detenidos por la policía por miedo al terrorismo anarquista. Ahí que aparecieron todos en Twitter declarándose anarquistas, curioso que un comunista se declare anarquista, pero es uno de esos extraños casos en que lo único que importa es fomentar el follón. Poca gente contraria se atreve a decirles nada, es gente tranquila a la que no le merece la pena estar recibiendo insultos y amenazas durante todo un día.
Los tontos, los mindundis y los personajillos. Gente a la que no hace falta conocerles personalmente para que uno se de cuenta que no son más que unos pobrecillos. Gente que va por la vida con la cabeza gacha y las manos en los bolsillos y que se crece en el anonimato, gente que la única forma en que consiguen ser escuchados es publicando varios twits intentando ser en, al menos, alguno de ellos graciosos. Chistes malos, gracias sin gracia, eligiendo siempre algún personaje público a quien humillar. En estos días el personaje elegido para ser humillado ha sido el miembro del PP Carromero. Se han reído de Carromero, no por alguna declaración o noticia en concreto, lo han hecho porque Carromero tiene una cabeza grande, así se han pasado todo un día estos tipos, riéndose de su cabeza. Esos que se ríen están tan orgullosos de si mismos que no se atreven ni a poner su foto en su perfil de Twitter, si tan maravillosos son ellos físicamente, ¿por qué no lo muestran?
En resumen, si nos guiamos sólo por Twitter España sería un país de comunistas, de pro terroristas o de tontos, pero gracias a Dios todavía hay más gente inteligente que simplemente no dice nada y no quiere broncas que la que se retrata de esta forma. El otro día apareció Belén Esteban, que no es santo de mi devoción, en televisión. Pero ese día dijo unas cuantas verdades. Pidió que para atacarla a ella por Twitter no se la atacara por medio de su hija, una niña de sólo 15 años. Dijo que ella era mayorcita y que aguantaba lo que fuera, pero que su hija adolescente no tenía por qué aguantar los ataques y los insultos a su madre. Dijo, también, que había denunciado en comisaría todos y cada uno de los twits en los que se la insultaba, olé por ella aunque no me caiga bien. Más de uno pasaría al menos una tarde con una colitis crónica, por tontos.