TITULO: La mansión de los chocolates. Los años doradosAUTOR: Maria NikolaiEDITORIAL: Maeva
Sinopsis Editorial:
Stuttgart, 1926. La joven e intrépida Serafina se instala en casa de su hermanastro, Víctor, en la espléndida propiedad familiar que todos llaman la Mansión de los Chocolates. La familia Rothmann es conocida más allá de los límites de la ciudad por sus refinadas creaciones de chocolate, que seducen a Serafina desde el primer momento. Con su espíritu aventurero, la joven se sumerge de lleno en las tentaciones que ofrecen los nuevos y emocionantes tiempos. Cuando conoce al atractivo Anton, se enamora perdidamente de él, pero el joven está a punto de comprometerse con otra persona. Mientras tanto, el imperio de los Rothmann se ve amenazado por inesperados actos de sabotaje, y a Serafina la persigue un oscuro capítulo de su pasado que no sabe cómo dejar atrás.
El año pasado os conté lo mucho que disfruté con "La mansión de los chocolates", una historia que me gustó mucho más de lo que esperaba y que además me dejaba con las ganas de saber cómo iba a continuar, así que de "Los años dorados" esperaba mucho y sin embargo no me ha entusiasmado tanto como me hubiera gustado, quizás porque llevaba las expectativas un poco altas, lo confieso.
Como siempre y antes de continuar, te recuerdo que al ser esta la segunda parte de una trilogía, es posible que encuentres SPOILERS de la primera historia, así que si tienes intención de leer la serie, te recomiendo que empieces por el primer libro y la primera reseña.
Para empezar, me ha chocado mucho el salto tan grande en el tiempo entre el final de la primera novela y esta. En el primer libro la historia termina en 1904 y esta comienza en 1926, lo que significa que por medio ha habido un guerra y me ha dado pena que la autora no haya aprovechado ese tramo temporal de la historia de Europa para seguir con la historia de los Rothmann y ver cómo afectó este conflicto tanto a los personajes como a la propia fábrica de chocolate. Lo que está claro es que el negocio siguió en pie y que incluso no les fue nada mal, pero poco más se profundiza en este tema, una pena, la verdad.
Por otro lado, al haber pasado más de veinte años, Anton y Karl, los traviesos gemelos de la primera entrega, aquí son ya dos hombres hechos y derechos y ese punto tan simpático que aportaban ya no está, aunque es cierto que tenemos a la encantadora Viktoria, la hija pequeña de Judith y Víctor, que es también bastante graciosa y risueña. A Viktoria le encanta probar recetas nuevas en la pequeña cocina de pruebas que hay en la fábrica y ya parece adivinarse en ella el mismo deseo que siempre tuvo su madre de trabajar en la empresa familiar... pero, supongo que eso ya se verá. En todo caso ha sido uno de los personajes que más me ha gustado de esta historia.
Otra cosa que me ha sorprendido es que la primera novela acaba con el nacimiento de Martin, el primer hijo de Judith y Victor y aquí es un personaje casi inexistente, mientras que la hermanastra de Victor, Serafina (que no sé si se llega a nombrar en la primera parte porque yo no la recordaba) aparece como una de las protagonistas de esta historia, y es que la novela comienza con la llegada de esta muchacha a Stuttgart. Su padre ha muerto y ha aceptado la invitación de su hermanastro para vivir allí con ellos, pero Serafina llega con un pequeño secretillo que tiene miedo de compartir con su nueva familia por culpa del cual puede llegar a tener bastantes problemas.
María Nikolai. Foto web autora
Sobre los personajes principales vemos que tanto Victor como Judith siguen siendo la pareja fuerte y unida de la primera entrega, ahora con su propia familia a cargo y con un fábrica que funciona muy bien. Los gemelos, que ya prometían caracteres bien diferentes de pequeños, son dos adultos que han tomado caminos distintos y parecen chocar en algunos temas.
En cuanto a Serafina, que es el personaje principal del libro, no puedo decir que me haya encandilado, la verdad. Me ha parecido un personaje bastante tibio, sinceramente. En la primera novela, Judith, me pareció una mujer con mucha más fuerza y arrojo que esta chica en esta historia. Es casi imposible creer que le pidas ayuda para resolver tu situación a una perfecta desconocida con la que te tropiezas nada más bajar del tren en Stuttgart. Lo bueno ha sido que esta desconocida, Lilou, asistente de la conocida bailarina Josephine Baker, tiene todo lo que le falta a ella y no duda en echar una mano a su nueva amiga.
Lo bueno del libro ha sido que su lectura me ha resultado agradable, gracias a conocer ya a la mayoría de los personajes, que es fácil de leer y que además, al igual que en la primera entrega, la ambientación es muy buena, o al menos a mí me lo ha parecido. Gracias al trabajo de la autora es fácil imaginarse en los escenarios de la novela y una vez más, cada vez que se metían en la cocina a preparar un buen chocolate me daban ganas de prepararme uno para mí (al final de tres días de lectura solo sucumbí a una taza). Sin embargo no he encontrado que la historia fuera apasionante, que los nuevos personajes tuvieran algo que los hiciera destacar, no ha habido ningún tipo de tensión que me atrapara y me hiciera devorar la novela.
Entiendo que habrá una tercera entrega y estoy segura de que la leeré porque ahora ya quiero saber qué será de todos estos personajes, pero veremos qué salto da en el tiempo la autora, solo espero que consiga crear un historia con mucho más peso, más intriga, más drama, no sé, más... ¿pasión?
Puedes leer un fragmento de "Los años dorados" AQUÍ