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La máquina del deseo

Publicado el 25 septiembre 2014 por Luisritx @luisritx
Por Fernando
Había un científico muy guapo y ambicioso, que trabajaba en el laboratorio para mentes retorcidas que buscaba materializar la máquina del deseo. Para ser más exactos, un 26 de febrero. De repente vio en el bote de basura la cáscara de un plátano que se había comido y pensó que ese era el material idóneo para alimentar su máquina. Comenzó a comer más plátanos para almacenar más cáscaras. Ya indigesto, comió ciruela y, cuando le hizo efecto y defecó tantos plátanos, decidió unir las cascaras de plátano con Resistol, luego unió los bloques con cinta de aislar, hasta que le vio la forma y consistencia adecuada. La conectó a la corriente eléctrica y todo parecía estar muy bien, cuando apareció una versión muy sexy de su esposa, el guapo hombre de ciencia se molestó de por la interrupción. Ella deseó tener un esposo cariñoso, lo dijo como un reproche. "Que me haga verdaderamente feliz", agregó. El científico cambió el semblante por uno más amable, también un poco menos agraciado. Se aprestó a sacar la basura y hacer la cena, porque ya se acercaba la hora de las películas románticas.
La máquina del deseo

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