Don Alberto Ruiz-Gallardón, que parecía normal antes de ser nombrado Ministro de Justicia, es el afortunado poseedor de una máquina del tiempo, y por complacer al Cardenal Rouco Varela en su profunda añoranza del siglo XV y de la figura del glorioso Inquisidor General de Castilla Don Tomas de Torquemada, la ha utilizado para regresar al momento álgido del franquismo, tan querido, admirado y añorado por el PP, y restablecer la normativa correcta sobre el aborto, que nunca debió derogarse.
Lo que ha hecho el Sr. Ruiz-Gallardón no es modificar la Ley del aborto, sino simplemente cargársela, y regresar a la situación donde la opinión de la mujer no cuenta para nada, y que incluso en casos donde el aborto puede justificarse según la moral más cerrada, precisa de un trámite complejo que implica además a algunos profesionales como psiquiatras y psicólogos, que deben emitir dictámenes decisivos y que no están en absoluto satisfechos viéndose obligados por Ley a intervenir en un asunto tan sumamente sensible.
Afortunadamente al Torquemada Rouco Varela le quedan cuatro días antes de que el Papa Francisco lo mande a retiro, pero la mentalidad que apoya al Torquemada, el fascismo nacional-católico, seguirá.
Nunca me ha entrado en la cabeza la razón por la que el nacional-catolicismo nunca ha entendido que un líder eclesiástico tiene no solo el derecho sino la obligación de advertir a los creyentes sobre las normas por las que se debe regir la vida de un católico practicante, pero en ningún caso, al menos fuera de la dictadura franquista, se pueden imponer las normas morales a creyentes y no creyentes, y menos todavía con amenazas y coacciones. No solo ninguna Ley de ningún país civilizado lo contempla, sino que si se busca en el Evangelio justificación para dicha conducta resulta que no solo no la justifica sino que la condena. Otro aspecto de la obtusa mentalidad nacional-católica que no entiendo es cual consideran que es el mérito de hacer las cosas por obligación legal, cuando no hay mejor manera de demostrar las propias convicciones que cuando se disfruta del libre albedrío. También es chocante y demostrativo de suma hipocresía que pretendan que su defensa de la vida es de tal intensidad que llegan a protegerla cuando todavía se está creando, unos señores, los nacional-católicos, que como grupo social se integró totalmente y de manera entusiasta en una dictadura que asesinó a muchos miles de individuos que no eran incipientes sino ya totalmente formados y adultos, la mayoría liquidados además sin la más mínima base legal, moral, bélica o ideológica. Será porque el feto todavía no piensa y para los nacional-católicos esa es una gran virtud, mientras los que fueron asesinados si pensaban, y eso es incluso peor que abortar.
Si en mi vida me hubiese visto en la situación de tener que decidir sobre un posible aborto, por convicción moral, aunque sin imponer mi opinión en ningún caso, habría hecho lo posible por evitarlo, pero jamás se me ocurriría ni tan solo hacer comentarios cuando alguien conocido se encuentre en la misma situación.
El asunto es tan absurdo que incluso en el PP hay disidentes que critican la medida, aunque todos la justifican diciendo que era una de las propuestas de su programa electoral, y tienen razón al resaltarlo porque ésta y la Ley que se carga el sistema educativo catalán son las únicas propuestas cumplidas, mientras la mayor parte del resto del programa electoral del PP no solo no se ha cumplido, sino que han hecho lo opuesto a lo que dijeron. La Ley de Seguridad Ciudadana no estaba en su programa, es una propina aprobada por narices y porque, aunque nos cueste muchísimo entenderlo, es por nuestro bien.
Ya he mencionado varias veces mi opinión de que aunque todos los partidos mienten y engañan, ninguno alcanza en estas actividades la excelencia del PP. Una de las técnicas de engaño que utilizan con frecuencia a través de la caverna mediática, es el método de la antítesis. Cuando una postura o unos hechos negativos para el PP son de una evidencia palmaria, ellos mantienen exactamente lo opuesto, con su forma habitual de expresarse, que viene a decir que los que opinan lo contrario que ellos son comunistas, nazis, anti-sistema e imbéciles. Mirad sino los siguientes comentarios recientes:
Entrevista a Ruiz-Gallardón en ABC: “Mi ley es la más progresista del Gobierno. Detrás de esta batalla política hay una soberbia intelectual por parte de la izquierda, una irritación porque la mayoría (?) desautorice las medidas que adoptaron.”, y habla de mayoría cuando sobre esta Ley no la hay ni en el propio PP.
También le entrevistan en La Razón: “La ley del aborto es un compromiso del PP y no se modificará en el Congreso. La reforma es lo más progresista que ha hecho el Gobierno y estoy convencido de que Europa nos seguirá”. Cuando dice que Europa les seguirá me imagino que se refiere a que les seguirá criticando a grito pelado.
Curri Valenzuela en ABC aventura que ni se esperan regañinas ni sanciones a los que discrepan dentro del PP, “todo lo más un toque de atención” y constata que se echa de menos el apoyo de los pesos pesados del Gobierno Rajoy a esta reforma que devuelve a la mujer aquella serena subsidiariedad del franquismo, desposeyéndola de su decisión última sobre su embarazo. Impresionante. Esta señora debería pasearse por las calles de Madrid bajo palio. Siempre me ha descolocado la facilidad con que políticos y periodistas del PP y/o nacional-católicos se expresan como si todo el Universo les diese la razón, cuando en cuanto se sale de la zona que controlan, sus seguidores desaparecen totalmente o se pueden contar con los dedos de solo media mano.
Como que me imagino que al Sr. Ruiz-Gallardón le gustaría seguir complaciendo al Torquemada Rouco Varela, y volver atrás también con las leyes que normalizan la homosexualidad, le recomendaría un viaje de estudio y practica a países musulmanes, en especial Arabia Saudita e Irán donde aprenderá muchísimo y comprobará la eficacia de un montón de ideas, no solo para encarcelar, torturar y ejecutar a los homosexuales, sino para dar el castigo adecuado a la mujer adultera o a la que se rebela contra su familia por no conformarse con el destino que han escogido para ella, y aunque lo de torturar y ejecutar será difícil de reintroducir en la legislación española, con el empuje que da el saberse defensor de una causa justa y de estar en posesión de la verdad, si no es en esta dictadura ¡Huy perdón!, mayoría absoluta, será en la siguiente, porque aparentemente el número de imbéciles en este país es tan elevado que igual repiten.
Por cierto, otra demostración de lo hábiles que son en el PP engañando al personal, resulta que nos han salvado de un aumento de la tarifa de la luz de más del 11%, y el aumento va a ser de SOLO alrededor del 3%, con lo que nos habrán colocado otro aumento inaceptable, incomprensible y estafador, cuando habían anunciado que este año no habrían incrementos, y encima les hemos de dar las gracias.
Aparte la excelencia en cuanto a engaño y mentira, el PP y su caverna mediática también se llevan la palma en cuanto a no tener ni idea de que es un mínimo de vergüenza. Para contrarrestar el escándalo que ha estallado con la fijación de los precios de la energía eléctrica para el nuevo año, y conscientes de que en caso que quedase algún ciudadano de este país que todavía no supiese que las compañías eléctricas llevan años estafándonos con el apoyo total del gobierno, ya debe estar sobradamente informado, los zorros del PP han seguido la siguiente estrategia: primero algunos miembros del partido como el diputado Martinez-Pujalte, haciéndose los inocentes, como si lo acabasen de descubrir y como si no lo supiesen de sobras desde 1997, se preguntan cómo puede existir déficit tarifario por miles de millones, que obliga al continuo aumento de precios, si al mismo tiempo las eléctricas obtienen elevados beneficios que además van en aumento, porque si existiese un verdadero déficit tarifario y los costes de producción de la electricidad estuviesen tan cerca de los precios como da a entender el concepto de déficit tarifario, sus resultados deberían ser más bien escasos. A continuación, una vez ha quedado claro que ha sido el PP quien ha denunciado la trampa, tanto los personajes del PP que han “descubierto” la estafa como su caverna mediática acusan a Zapatero del problema porque no cortó el sistema de cálculo de tarifas cuando ya era evidente que no funcionaba.
Es cierto que Zapatero podía haber modificado la Ley, aunque también podía haberlo hecho Rajoy, que ya ha sobrepasado el ecuador de su mandato, ha tenido tiempo sobrado para hacerlo varias veces, y no solo no lo ha hecho sino que ha acabado de rematar a las energías alternativas y la producción privada de electricidad, pero nadie menciona el hecho que el origen de la estafa es la Ley 54/1997 de 27 de noviembre del Sector Eléctrico, que no solo estableció el actual sistema tarifario con un regalo inicial a las eléctricas de 12.000 millones, sino que la que se suponía debía ser la Ley que liberalizase la producción y distribución de energía eléctrica, no solo fue una total tomadura de pelo sino que inició la liquidación de uno de los principales competidores de las compañías eléctricas: la producción privada de electricidad mediante fuentes de energía renovables (placas solares, instalaciones eólicas, mini centrales, etc.), Aznar inició el asesinato de este sector eléctrico importantísimo en Francia e Italia, y Rajoy lo ha completado. Ley, aprobada por cierto con el voto positivo de CiU, que parieron al alimón José Maria Aznar como Presidente y Josep Piqué como Ministro de Industria, ambos miembros de un gobierno que tengo entendido que era del PP. Lo que tampoco menciona nadie, ni nunca mencionarán, es que por casualidad, y en los meses siguientes a la aprobación de la Ley de su sector, las eléctricas, henchidas de gratitud, adquirieron, a precios muy remuneradores para el emisor, ampliaciones de capital o emisiones de capital inicial de nuevas empresas de lo que hoy llamamos en Catalunya la caverna mediática, que mira por donde se podría incluso decir que la pagamos entre todos.
Nuestro querido Presidente del gobierno es tan amable que en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes 27 ha querido darme la razón y ha soltado otro de sus discursos, en el que podréis encontrar en todas sus líneas y frases ejemplos clarísimos de los engaños, mentiras y nula vergüenza del PP que he intentado describir en esta nota. Lo que no encontrareis en el discurso por más que busquéis es algo de verdad, ni tan solo cuando nos desea lo mejor para el 2014, porque en realidad a él, a su gobierno, a su partido, y al resto de partidos les importamos un bledo. Ayer fui al cine, y aunque no iba a ver esa película vi un impresionante letrero de una recién estrenada que se llama “Paseando entre Dinosaurios”. ¿Sabéis que es lo primero que me vino a la mente al ver el letrero?: el Congreso de los Diputados.