La marca de Motorhead, la reputación de Lemmy Kilmister.

Muchos se preguntarán qué tiene que ver la gestión de una campaña de una banda de música con la campaña de marketing y comunicación de una empresa privada. Yo me atrevo a decir que tiene todo que ver…. la técnica es la misma !!!.

Lemmy Kilmister murió el pasado lunes, durante mucho tiempo su fuerza indomable dirigió la banda Motörhead. Su magnetismo en el escenario le convirtió en una leyenda del Heavy Metal, fuera del escenario, el solo se dedicó a cultivar la imagen de “chico malo”.El éxito de Lemmy Kilmister  está ligado Motorhead. Seguramente sin darse cuenta, creo una fuerte identidad de su grupo de rock y posiciono a su banda como un referente en la historia de la música, más allá del Heavy Metal. Ese “chico malo” dominaba perfectamente los principios del branding: tener unos atributos propios y poder diferenciarse claramente de los demás. Lemmy Kilmiste tenía una gran coherencia entre lo que decía y lo que hacía. Cada acto o acción que realizaba públicamente posicionaba mucho más a su banda de música; Lemmy dejo frases célebres como la respuesta que dio a un reportero de MetalHammer, “¿Lemmy, cómo llevas las resacas?  Chaval, las resacas son para los que dejan de beber...” o cuando dijo  "Si Motörhead se muda a tu vecindario, no crecerá más hierba en tu jardín."….

Un ejemplo antagónico, por su posicionamiento, es la campaña de Barak Obama del 2008. Un posicionamiento que toma los valores del candidato (carisma, buena reputación, calidez, apertura) y los transforma en una premisa: Obama = Cambio. Se creó una identidad marcaria que buscaba ser una traducción visual, clara y directa del mensaje retórico del candidato. Chico Bueno vs Chico Malo