Expertos de seguridad han alertado que las empresas o firmas asociadas al presidente Trump estarían en peligro de sufrir atentados terroristas.
Según los especialistas, los blancos particularmente atractivos serian los que llevan su nombre, como el hotel en Dubai o una torre de apartamentos en Corea del Sur.
La gama de atentados es enorme. Puede ir de una simple explosión terrorista al secuestros de empleados asociados con el mandatario aunque el hotel o condominio en cuestión no sea propiedad de Trump sino que éste le ha ‘prestado’ el nombre. Un terrorista no ve una diferencia en eso.
“Pueden secuestrar un empleado de Trump y ni siquiera querer negociar sino con la idea de lograr alguna publicidad”, explicó Colín P. Clarke, un analista político de la fundación Rand, en Washington DC.
Un atentado contra una empresa estadounidense no constituye propiamente un novedad en el mundo. En Latinoamérica, Europa o Asia, las manifestaciones radicales suelen volcar sus esfuerzos hacia la destrucción de cadenas de comida rápida, bancos o empresas, que constituyan símbolo del capital estadounidense.
Pero hasta ahora ninguna empresa atacada ha sido propiedad o ha estado asociada a un mandatario estadounidense, lo cual plantea retos absolutamente inéditos para las fuerzas de seguridad a nivel global.
Incluso dentro del país. En estos días de toma de posesión del mandatario nacionalista, el hotel Trump en la concurrida avenida Pensilvania en la capital del país, ha estado rodeado de cercas metálicas, el acceso se hace por una puerta lateral y bajo la mirada atenta de un reforzado cordón policial.
La Organización Trump no parece preocupada. En un comunicado distribuido a la prensa, dijo que sus empresas e inversiones se rigen por un ‘protocolo extensivo’ de seguridad. “Nuestro equipo trabaja estrechamente con las fuerzas de seguridad dentro del país. Pero también estamos en un proceso de trabajar junto a nuestros asociados en el resto del mundo de modo a garantizar que todos nuestros clientes e empleados se mantengan en seguridad”, dice el comunicado.
Con información de Diario Las Américas y Fundación Rand, en Washington DC.