La Marcha Negra

Es cruel, políticamente incorrecto, incluso bárbaro como estas Crónicas, pero debe decirse igual que con tantas verdades atroces: los únicos responsables de que se ahogaran quince africanos hace un mes cuando pretendían llegar nadando a Ceuta fueron ellos mismos.

Quien no sabe mantener el equilibrio no puede tirarse a toda velocidad cuesta abajo en moto. La mar es tan peligrosa que se lleva constantemente la vida de muchos expertos pescadores, y de inexpertos nadadores veraniegos en las playas.

Quien no es buen nadador no puede llegar vivo desde Marruecos a aguas ceutíes tras rodear la valla marítima fronteriza.

PSOE e IU culpan al Gobierno de esas muertes porque posiblemente ordenó a la Guardia Civil que lanzara pelotas de goma con estruendo de disparos sobre las aguas españolas, para que antes de llegar a ellas volvieran al lugar de salida, Marruecos, en cuyas aguas se ahogaron.

Si esos partidos gobernaran deberían haber hecho igual porque, atentos, estamos en los prolegómenos de una posible invasión masiva africana.

Si los 80.000 africanos que, según Marruecos, esperan en ese país y Mauritania saltan las vallas, ahora con creciente violencia, o llegan por mar a Ceuta y Melilla, atraerán a cientos de miles más, y después a millones.

Es políticamente incorrecto recordarlo ahora, pero la Marcha Verde marroquí de 1975 logró que un gobierno débil por la agonía de Franco entregara el Sahara sin que hubiera reacción alguna para parar la invasión.

Suena mal y es políticamente incorrecto señalar el paralelismo entre ambas situaciones, pero debe advertirse que estamos ante la Marcha Negra.

Que si no se contiene con simples pelotas de goma recordará la caída de Roma, o el 711, cuando el conde Don Julián, como la izquierda ahora, entregaba al invasor musulmán el reino cristiano.

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SALAS