Lo que tenía pinta de convertirse en otra película de ciencia ficción más, ya saben, hordas de extraterrestres invadiendo la tierra y la humanidad al borde del apocalipsis, se ha convertido en una pequeña y agradable sorpresa.
El imperdible carisma de Tom Cruise, el carácter de Emily Blunt (no se la pierdan por cierto en “Your Sister’s Sister”) y un montaje cortante y dinámico hacen de Al filo del mañana un producto entretenido, bastante juguetón y que sopla un poquito de aire fresco al género.
La formula es sencilla: juntar Matrix y Atrapado en el tiempo. El sargento Cage (Cruise) debe hacer frente a cientos de miméticos y salvar al mundo enfundado en una especie de exoesqueleto con múltiples armas. Este diseño de producción de trajes, enemigos y naves, recuerda a la famosa trilogía protagonizada por Keanu Reeves. Emulando a Bill Murray, si Cruise muere, el día se reiniciará y no tendrá más remedio que empezar su aventura desde el principio, lo que evidentemente tendrá sus ventajas e inconvenientes.
Esta “original” idea con cierto aroma a videojuego es conducida con más habilidad de la esperada. Doug Liman ha sabido sacarle partido con un poco de imaginación, un humor que roza la parodia y unas escenas de acción, que sin ser gran cosa, son filmadas con agilidad y la suficiente emoción. Al principio, la trama puede resultar ligeramente confusa pero en pocos minutos el funcionamiento se entiende con claridad y la película va ganando interés. Su gran acierto es que el ritmo no decae en ningún momento gracias a un desarrollo sencillo pero inteligente.
Estamos quizás ante un film de acción intranscendente, pero al mismo tiempo nos encontramos con la mejor película Sci-fi de la última serie (Looper, Oblivion, Prometheus, After Earth, Elysium…), con la que el espectador se siente satisfecho.