La mas absoluta negacion social y politica de nuestra invisible existencia.

Que el titulo no llame a error.   No es pesimismo, ni tirar la gastada espada, ni la falta de ánimo.   No es derrota, ni cansancio, tampoco falta de energía o de esperanza.   Solo es la realidad que por mucho que creas que avanzas siempre vamos hacia atrás.   Cada cotidiana realidad negando a que cada cual pueda decidir por si y para si. Siempre son otros los que tienen el poder de decidir sobre tu vida.  Bien decide la familia sin preguntarte o bien la administración en imitación de la familia, capacitándonos de invisibles y ello heredado de un pasado próximo y a perpetuidad en herencia a los venideros.   Realmente invisibles, sin poder realizar nuestro proyecto vital sea este el que fuese porque no tenemos el poder de nuestras vidas, ni los medios , ni los recursos, ni los apoyos, ni el poder aunque si podemos decir la LEY pero de poco sirve si ni siquiera los Jueces la aplican en su libertad de dictar justicia tal neardentalmente como la entienden.   No es desolación, ni pesar; es un sentir de la inmovilidad y la insignificancia de la existencia.   No tener posibilidad de hacer un proyecto de vida independiente, ni ahora ni en un futuro lejano.   No tener espacios de los que disfrutar en libertad, ni las pertinentes sanciones para aquellos que nos discriminan y nos hacen imposible una existencia vivible y visible.   No tener opciones ni posibilidades de elegir ocio, estudios, trabajos, vivienda, etc, en igualdad con cualquier otro ciudadano.   Es la absoluta negación social y política de nuestra existencia, y esto es lo que han construido para nosotros y lo que nos va destruyendo por dentro, lo que cada día te hace sentir mas menuda mas pequeña mas…   La independencia hay que lucharla dicen. Y me pregunto con que contamos para esa lucha. ¿ Con alguna iniciativa local y no extensible a todos y currada hasta el ultimo aliento vital?.   Es siempre el principio , es siempre el inicio, es siempre empezar, es siempre la soledad absoluta y certera.    Es la realidad que vivieron otros y que pensamos que podríamos cambiar y que, tras batallar y guerrear nos rendimos ante nuestros ancestros con una empatía tal que, ya pertenecemos y somos de la raza de los invisibles y ninguneados.   No siento la derrota, ni el desaliento, ni me falta energía, ni entusiasmo, ni alegría.   Me falta una realidad distinta, un navegar por otros mares, otros caminos, otras filosofías, otras libertades, que abran caminos hacia el horizonte sin pretensiones pero que se pierda la vista para ver el final del camino.   Mas manos, mas gente, mas implicación que como seres humanos ni tenemos ni demostramos.   Como cabe en alguna de mis neuronas que hay gente "normal" que discrimina a los supuestamente diferentes cuando en un segundo te puede cambiar la vida,   Inexplicable tanta discriminación, tanta perversidad en las acciones .   Invisibles si pero existimos solo para enriqueceros en vuestros antros de segregación, que es para lo único que si somos importantes social y políticamente..     Karma y amén.