Año: 1974.Género: Horror.País: Estados UnidosDuración: 83 minutos.Dirección: Tobe Hooper.Intérpretes: Marilyn Burns, Allen Danziger, Paul A. Partain, William Vail, Teri McMinn, Edwin Neal, Jim Siedow, Gunnar Hansen, John Dugan.
"Cinco jóvenes de ciudad viajan por Texas en una vieja camioneta para visitar la que había sido la casa de un familiar, ahora abandonada. Lo que no saben es que sus vecinos son una familia de psicópatas caníbales y que aquella excursión de fin de semana se convertirá en una pesadilla de horror y muerte."
¿Hay algun villano tanto o más icónico que Freddy Krueger, Jason Voorhees o Michael Myers? Años antes de que estos villanos se materializaran en celuloide para llenar de pesadillas las mentes de los espectadores, Tobe Hooper ideó un siniestro personaje y una trama tan brutal y desconcertante (para la época) que todavía ahora sigue teniendo repercusiones en el género y es considerada (con razón) como un pilar fundamental para el slasher y todas las ramificaciones que tuvo con los años. Bienvenidos al mundo de Leatherface.
Al acercarme a The Texas Chain Saw Massacre como propuesta de horror viable, tenía miedo de que no me gustase por todos los méritos con los que se hizo en aquel entonces; la verdad verdadera es que creo que me gustó mucho más por todos esos detalles. El bajo presupuesto con el que contó el director sirvió en su momento y sigue sirviendo ahora al presentar un escenario rural venido a menos, hostil y (casi) desolado en el cual el quinteto de amigos se verá inmerso minuto a minuto. Lugares icónicos ya como la casa familiar abandonada, la casa vecina que tiene más de un horror en el interior, o la gasolinera lúgubre sirven a la trama para reflejar el abandono que tienen los lugares poco poblados en Estados Unidos y las atrocidades que pueden ocurrir en lugares tales. De más está decir que la historia no está basada en hechos reales, pero sí inspirada en uno de los asesinos más notorios de América, Ed Gein.
Aún con la escasa duración de la película, no es necesario estirar nada ya que en el poco tan tiempo Tobe Hooper se encarga de presentar a los personajes, crear un poco de dimensionalidad y empatía con algunos y también dejar espacio para el terror puro y duro. No todos los personajes están conscientes de lo que les va a suceder, y así van cayendo en la trampa uno a uno; para cuando quedan apenas dos en pie es cuando el verdadero horror se presenta y, en una escena memorable, Hooper le da a Leatherface su motosierra y se inicia una persecución mortal por los matorrales apenas iluminados por la luz de la luna. Dicho momento es uno de los pasajes más tensos y desesperantes vistos en el cine de terror, una escena que se queda grabada para siempre en la mente. Y el descenso en espiral no termina ahí, falta conocer al resto de los habitantes de la casa...
Aunque el elenco tenga un eslabón débil (Paul A. Partain como el hermano lisiado de la protagonista en un papel a veces poco creíble) la gran mayoria destacó, a pesar de no ser actores consumados en ese entonces. Marilyn Burns poco a poco va cambiando matices con el correr de las horas y la desaparición de sus amigos: de chica de ciudad a fémina en peligro y totalmente aterrorizada, su Sally captura la verdadera esencia de una final girl en toda regla. Dentro de la familia canibal brillan desde el confundido pero letal Leatherface de Gunnar Hansen hasta el maníaco autoestopista retrasado de Edwin Neal, pasando por el siniestro dueño de la gasolinera (Jim Siedow) o el Abuelo (John Dugan), un personaje presentado de una manera tan aberrante que todavía me causa escalofríos recordarlo.
Muchos pequeños toques hacen que The Texas Chain Saw Massacre destaque, además de mantenerse como un ícono inamovible del horror. Si bien las escenas más brutales ocurren a mitad de la noche, la película transcurre mayormente a plena luz del día, y el asesino actúa con total impunidad. Este hecho no quita que la luminosidad no quite el tono escabroso del film, como se puede presenciar en los momentos iniciales, cuando (en pleno mediodía) se puede notar una escultura hecha con un cadáver en el cementerio. Otro detalle es que si bien la película está tildada de brutal y fue prohibida en varios países cuando se estrenó, al verla uno nota que no tiene tanto derramamiento de sangre como se pensaba; quizás la desensibilización que sufrimos en estas épocas con tanto Saw y Hostel puede hacer mella en la opinión que tengamos de la película, pero me quedo mucho más tranquilo al ver que el nivel de perversión alcanzado en ella sigue siendo un estándar alto de locura.
The Texas Chain Saw Massacre es y seguirá siendo un ícono y un estandarte flameante del horror, una pesadilla fílmica de principio a fin que no te suelta hasta su mismísimo final, cuando uno puede respirar de alivio y decir: La pesadilla ha terminado. ¿Pero ha terminado realmente?
Calificación: A