Ya cuando se publicó el libro de la Masonería en la Comarca de la Sidra,1 fue todo un bombazo, en unos lugares más que en otros, pues el trabajo prosopográfico de sacar a flote la memoria olvidada de mucho masones, de los cuales apenas se habían más datos que su nombre , pues en la zona digamos que se armó la de dios, como fue en Nava con la cita de Gustazo Acebo, Y Rafael Zapatero, ambos muy conocidos en la zona, y no digamos el lío que montó en una tierra como Villaviciosa.
Sacar a luz publica la existencia de casi 350 masones en esa Comarca de la Sidra, con abultadas membresías en concejos como Cabranes o Bimenes, fue todo un revulsivo, como lo ha sido la reciente charla que se efectuó en el Concejo Yerbato, con la puesta en valor de la existencia de Salvadora Rodríguez Vigón.
Si no hay más datos de algunos personajes, es porque no se quiso molestar a la familias con temas controvertidos, como la masonería, y aunque no se crea, aún son heridas no cerradas y que son dolorosas para algunos familiares. Por tanto todo aquello que no está en los archivos, o voluntariamente facilitado por la familia, pues simplemente no está.
Por otro lado las autoridades administrativas y políticas el Concejo, en aquellos años, nunca estimaron pertinente que el Concejo acogiera una charla sobre la masonería, y es curioso, porque el socialismo tiene una larga presencia en las filas masónicas ya desde los socialistas utópicos, pero es más no se compró ningún lote de libros que yo sepa para las bibliotecas publicas de la Comarca, luego se fue comprando por parte de algunas de ellas, y na ayuda prometida mediante la compra de unos ejemplares fue ejecutada. Creo que solo hubo una presentación del tema y el libro en Villaviciosa y por parte de la Asociación Cubera .
Puesto que el Concejo ha estado como interesado en que se basaba el trabajo de la masonería en el Concejo , le facilito el texto que redacté en su momento, amén de que hay alguna nota marginal, y sobre todo algún apunte sobre los masones del siglo XX, en Bimenes, que hubo alguno.
Víctor GUERRA. (1 ) este libro luego tendría una re-edición en Masónica.es
LA MASONERIA EN BIMENES EN EL SIGLO XIX
El Concejo de Bimenes, está situado, como se expresa en algunos documentos pertenecientes a la masonería, en los Valles de Asturias, dicho concejo está ubicado entre los 43º 2´27´´ y los 43º,17´32´´ latitud N y los 01º 55´8´´ y los 01º 49´2´´ latitud O de Madrid, es decir, en la zona centro-suroriental de la región asturiana.
En ese contexto geográfico, y en uno más prosaico como el económico, Bimenes oscilaba entre el desarrollo agrario en un primer término, y la combinación con la incipiente industria minera, que le da al Concejo una singular idiosincrasia combativa tanto en lo ideológico como en lo social; tal vez en ese contexto pueda explicarse como es posible el levantamiento de columnas masónicas en este apartado rincón, dando origen a una logia como la Respetable Logia Simbólica Luz de Bimenes.
Dicha logia se inspira en ese período de ilustración que sé da en la Asturias, con Jovellanos a la cabeza seguido de una serie de ilustrados como Argüelles “el Divino”, Flórez Estrada. Más tarde esa tradición será secundada por la presencia dentro de los primeros talleres masónicos de pensadores y hombres tremendamente inquietos, donde cabe destacar no solo a Fermín Canella, los García Somines o Braulio Vigón, sino aquellos otros que estando fuera de las logias creaban “modelo de conducta y comportamiento”, cuya trayectoria estaba a su vez muy cercana a los perfiles masónicos, en los cuales a veces se les encuadraba sin tener en principio nada que ver con la masonería, salvo su inquietud personal, y que los distintos ideales que profesaban y, cómo no, los lazos de amistad con reconocidos francmasones, a veces les hacía pasar por tales. Entre estos hombre considerados como perfiles paramasónicos se encontraban Felix Aramburu, Adolfo Posada, o el propio Rafael Altamira,[i] cuyas ideas de igualitarismo y republicanismo impregnan a la sociedad en general y a los movimientos asturianos más progresistas, entre los que se encontraban los talleres masónicos. Del taller simbólico Luz de Bimenes nº 87 no tenemos más referencia que la aportada por la historiadora Victoria Hidalgo en su trabajo sobre la masonería, donde nos dice que es un taller de escasa vida, dependiente de la Gran Logia Simbólica Española del Rito Menphis y Mizrain [ii].
Tal obediencia estaba inspirada en la denominada masonería egipciaca, y ello conlleva la creación de un nuevo Gran Oriente bajo un Rito, hasta ese momento desconocido en la península, con una proyección exterior un tanto singular y muy politizada, donde prima la preocupación por los problemas sociales, dentro de una órbita burguesa reformista con notables inclinaciones republicanas federalistas, apostando por una decidida inclinación hacia la igualdad de la mujer. Dicha masonería no será bien vista por el resto de las masonerías, pero se constituye como una auténtica alternativa, y por tanto como una ventana abierta a los nuevos tiempos. En Asturias dicho Gran Logia, contaba con efectivos de cierta importancia, pues tenía como logias dependientes de su Oriente a la ya citada de Bimenes, más la logia Perla del Cantábrico, que como curriculun vitae presenta un balance de 16 miembros y un año de vida, también dependiente de este Oriente, había un Capítulo [iii] en Gijón y otro en Oviedo [iv], de los cuales ignoramos su composición y trabajos. Del cuadro lógico de la Perla del Cantábrico sorprende encontrar a un militar: Arturo García Lerroux, hermano del presidente masón Alejandro García Lerroux. La logia Luz de Bimenes, cuyo cuadro lógico, se nos aporta, que está compuesto por cinco miembros, entre los que se detecta la presencia de una mujer, Salvadora Rodríguez Vigón, una de las dos mujeres que encontraremos dentro de los talleres masónicos asturianos durante todo el siglo XIX; la otra es Eulalia Menéndez Vizcaíno, que en 1888 trabaja en el seno de la ovetense logia Juan González Río. Esta cuestión de la presencia de ambas mujeres en los talleres masónicos es de mucha importancia, puesto que no se trataba de logias de adopción,[v] en las cuales estaban adscritas las mujeres del siglo XIX. Pero si bien podía tolerarse la presencia de una mujer en una obediencia como la que auspiciaba al taller yerbato[vi], que hubiera otra en la una logia como la ilustrada logia Juan González Río, que no profesaba un Rito tan avanzado llama la atención. Aunque la sorpresa de la presencia de Salvadora R. Vigón, en un taller tan avanzado no sería tanto si estuviera en ciudad, pero que ello se dé en un taller en una pequeña villa, con una sociedad tan cerrada como la de Bimenes es cuando menos atrevido. Lo que demuestra no sólo la valentía personal, sino lo progresista y democrático de los talleres masónicos al dar cabida dentro de sus cuadros al elemento femenino, que por otra parte no hacían nada más que empatar con las distintas corrientes del movimiento emancipativo que se estaba dando a finales de siglo, y que buscaron en ocasiones la alianza y el cobijo tanto de los círculos librepensadores como de las logias masónicas, como fue el caso de los talleres Constancia de Madrid,o Hijas de la Regeneración en Cádiz. etc.[vii] Hay que aclarar que el taller de Bimenes estaba bajo los auspicios de una obediencia progresista en la cual tuvo mucho que ver un venerable maestro, el italiano Garibaldi, que ya en aquellos tiempos criticaba el retraso social que significaba negarse a la enmacipación femenina; aunque en la Asturias rural pudiera sonar un tanto lejanos esos sones, no lo eran en las urbes industriales, pues por esas mismas fechas tenemos a una sufragista como Rosario Acuña, reconocida francmasona y librepensadora, iniciada en Alicante, con residencia en Gijón, que estaba en sintonía con aquellas otras mujeres de la logia Creación del Grande Oriente Español que se expresaban de esta forma: “ EL fin de la masonería es el perfeccionamiento social y en particular la emancipación de la mujer, Para lograrlo resulta indispensable que la mujer, parte integrante y factor clave de la humanidad, aporte sus propios esfuerzos con miras de impulsar esta evolución favorable a su sexo. Y aunque no se den hoy las condiciones necesarias para ello, las conseguirán por medio de la instrucción. La mujer podrá así desarrollar sus fuerzas intelectuales y llegará a conocer sus derechos y deberes para con la humanidad”[viii]. Es esta proclamación de 1889, junto con el de la instrucción a los más necesitados, será uno de los temas principales de la masonería no sólo española, sino internacional, durante el siglo XIX.
Logia Simbólica Luz de Bimenes nº 87
Nombre y apellidos Profesión AñosBernardo Montes Iglesias Militar 1892
José Linares Lobato 1892
Antonio Cerujedo Carbajal 1892
Manuel Rodríguez 1892
Salvadora Rodríguez Vigón Sus ocupaciones 1892
En el cuadro lógico [ix] de miembros de la Luz de Bimenes, encontramos a un viejo masón que debió ser el alma mater de la logia, éste era Bernardo Montes Iglesias un militar, Teniente de Infantería que proviene de la logia Juan González Río de Oviedo donde lo encontramos con el simbólico de “Ordoño” entre 1881 y 1888, donde obtiene el grado de Soberano Príncipe Rosacruz (18º), pasando más tarde a formar parte de la logia La Perla del Cantábrico, y dar vida paralelamente a la logia Luz de Bimenes, todo ello en muy corto espacio de tiempo ¿ Qué estaba pasando? A juzgar por las fechas, se trata de una doble afiliación o pertenencia, cuestión muy típica en la masonería, se pertenece a una logia mientras se ayuda a levantar columnas a otra, de la cual al final se forma parte. Eso fue lo que debió pasar, salvo que tras la publicación del Boletín de Procedimientos del Soberano Gran Consejo General Ibérico del 14 de febrero de 1892, donde se da noticia de las altas y bajas de los miembros de la logia Perla del Cantábrico, (entre los que se encuentra Montes Iglesias), y el boletín del 21 de Febrero, en que se da noticia de la constitución de la logia Luz Bimenes nº 87, la logia Perla del Cantábrico ya hubiera fenecido o estuviera a punto de sucederle de un momento a otro. Puesto que además, ninguna de las dos logias de tal obediencia se dejan ver en el año 1892, que no pasa desapercibido para la familia masónica. En concreto para algunas masonerías como la Gran Logia Simbólica, puesto que en ese año se celebraba el IV Centenario del Descubrimiento de América, y dadas la componente americana de la masonería española, donde a decir de algunos autores: del total de aproximadamente 1.762 logias que se formaron entre 1868 y finales de siglo, la quinta parte lo fueron en ultramar.Este IV Centenario fue celebrado por la masonería española en los día 25, 26 y 27 de Noviembre y entre los talleres que asisten no se encuentran los dos logias asturianas, registrándose la presencia de otras dos logias del mimo Oriente, pertenecientes a la provincia de León. Efectivamente el declive que ya debía estar cebándose en las logias Perla del Cantábrico y la recién levantada Luz de Bimenes, poca disposición podían tener como para enviar una delegación a tal evento. Con relación a la logia Luz de Bimenes, nada sabemos de los componentes de este taller, salvo que Bernardo Montes Iglesias, que era compañero de armas de los francmasones: Elvira Prida, natural de Libardón, y de Arturo García Lerroux. Los archivos municipales de Bimenes tampoco nos aportan o indican razón alguna de un acuartelamiento en esa zona, ni dan noticia de militares destacados o residentes en dicho Concejo. Las hipótesis para disipar la duda es que algunos fueran nada más que residentes de forma temporal en el concejo, o fuera un natural de este queriendo dejar en su tierra cierta huella, y tal vez eso sirva para explicar el porqué, salvo la mujer, no aparece ningún otro miembro en los registros municipales. ¿ Cómo es posible que un militar funde un pequeño taller en un Concejo tan apartado como Bimenes? Esta será pues una de esas dudas a despejar, y más cuando en ese taller existe un miembro de condición femenina: Salvadora Carmen Rodríguez Vigón, por sus papeles eclesiásticos: partidas de bautismo y matrimonios[x], sabemos que era hija de Manuel Rodríguez Rodríguez, natural de Valdesoto, y de Josefina Vigón Llamedo natural de Cuestaverniz, ésta última aldea pertenecía a la parroquia del Concejo de San Emeterio ( Bimenes) en la cual nace Salvadora el 14 de Marzo de 1864, y como tal es vecina de Bimenes. Contrae matrimonio en 1888 con José García Piñera, natural de la misma parroquia, aunque no obtuvo del padre, “el consejo matrimonial positivo, razón por la estuvo en depósito el tiempo legal.” Apenas pasan seis años cuando de nuevo la vemos sobre el altar, pues ha quedado viuda y contrae matrimonio de nuevo en 1894, con Vicente Canteli Campal aunque pocos datos más se pueden aportar al respecto, puesto que los archivos municipales y parte de los parroquiales fueron quemados durante la Guerra Civil. Los pocos registros existentes en el Archivo Municipal de Bimenes con respecto a esa época, nos dicen que entre los años 1910 y 1912, Salvadora está pleiteando en diversos casos por falta del recibo de deudas, o bien por la falta de pago en el arrendamiento de sus fincas, [xi] y acude en demanda de los tribunales municipales para recabar los dineros adeudados. En esos pleitos actúa con el poder de su marido, Vicente Canteli Campal, que no pertenece a la masonería, y que unos pocos años antes, exactamente en el año en que se constata la presencia del taller masónico en Bimenes (1892), aún faltarían dos años para que se casase con él, lo encontramos en los archivos municipales, concretamente en el Padrón de Incorporaciones a Filas, pidiendo se le considere como exento de la milicia por tener que cuidar de sus padres, cuestión que logra dada la situación de su familia. Otra duda que entra en juego. ¿Es sí Manuel Rodríguez, del cual no se aportan más datos y que está inscrito en el taller de Bimenes es el padre de Salvadora, y es el mismo que aparece en la logia Juan González Río con el simbólico de “Robespierre” en 1983 también sin más datos de apellidos y profesión.? Ese vacío documental con respecto a este avanzado taller, nos impide también saber cuáles fueron los trabajos que desarrolló dicho la logia en un Concejo, tan activo socialmente como Bimenes, que ya en el siglo XIX contaba con una intensa vida cultural. La única noticia que volvemos a tener de que haya vecinos de este Concejo que estén adscritos a otras logias de la región es ya en el siglo XX. CONCLUSIONES RECAPITULACIÓN EN EL 2107
Como resumen indicar que Luz de Bimenes, fue una taller, que más bien se le llame logia, sería un triángulo, menos de 7 miembros, el cual no parecía tener mucho futuro o proyección, ya que su mentor no acudió en busca de otros hermanos masones, oriundos de zonas aledañas para que le ayudaran a consolidar su grupo, tal vez el estar auspiciado a una Gran Logia tan singular Gran Logia Simbólica Española del Rito Menphis y Mizrain , ya era toda una losa, primero porque su presencia en Asturias era muy escasa, y luego porque no todos los masones estaban por la inclusión de una mujer en los trabajos masónicos, en esto fue rompedora la logia Luz de Bimenes, otra cosa es saber cuanta gente sabía de esta novedad. En Bimenes creo que esa presencia de una logia, no la conocía nadie, que yo sepa nadie se hizo eco de la existencia de masones en la zona, no hay informes policiales, no ha citas en la prensa regional “amiga o antimasónica, no hay citas entre los diversos curatos y el arzobispado de Oviedo, porque se haya dado la existencia de un taller masónico. Por no tener no tenemos ni noticia alguna acerca , de ¿cuanto duró, o si tuvo varias reuniones, y en dónde…? la clave pasa en parte por escudriñar la figura, no de Salvadora, pues esta tiene el recorrido que tiene, que es eminentemente profano, estuvo en ese taller, se la inició masona, no sabemos por quien, ni en donde… y por circunstancias se hizo masona, cuando su realidad personal y social era complicada, madre soltera , con 28 años…Por eso la clave es Bernardo Montes Iglesias, que es el alma mater que levanta el taller en Bimenes, y a partir de situarle adecuadamente, se puede hacer alguna otra cábala de los movimientos que dieron via libre a Luz de Bimenes.
Estamos, por tanto ante un taller, accidental? no es Logia, tuvo una presencia menor a un año, no dejó actas, y material alguno del cual podamos tirar para ver que era lo que se esperaba de tal grupo, y desde luego no tuvo, a mi juicio, ningún peso en el concejo yerbato, al revés de otras significadas logias , tanto ovetenses como gijonesas, incluso de Luarca y Navia que si tuvieron proyección como tales sociabilidades, llegando a tener un periódico masónico-republicano como La Verdad.
La presencia de Salvadora Rodríguez Vigón, todo hace pensar que fue circunstancial, sin que sepamos el motivo de su presencia, bien por el grado de amistad o parentesco, y lo que es evidente, que tampoco siguió en masonería, aunque tampoco se le hubiera dejado hueco en otras logias de otros Orientes, y en la masonería del siglo XX, es evidente que no tendría hueco como tampoco lo tuvo Rosario de Acuña. Una cosa curiosa es que pese a que murió a avanzada edad, no parece que fuera encausada en la Causa General 155, puesto que debió pasar desapercibida para las autoridades represoras del régimen franquista, tampoco sabemos si tuvo contacto con el masón y secretario del Ayuntamiento de Bimenes, que fue masón en el siglo XX, es de imaginar que tampoco. Esta esa la realidad, o al menos lo que se puede conjeturar con los datos que tenemos en las manos, y por tanto ese titular de que la masonería luchó por las libertades de las mujeres en el Concejo, no es acertado, salvo que alguien tenga datos de esa certeza de proyección masónica en el seno de la sociedad yerbata, pero creo que dada la poca consistencia del taller, su composición , etc, creo que ese tema es más un deseo del siglo XXI que una realidad de finales del siglo XIX, en cuyas fechas se estaban perdiendo las colonias y se le echaba la culpa a la masonería.Más aportaciones http://www.asturmason.net/2017/03/a-proposito-de-salvadora-rodriguez.html
[i] De hecho hay un trabajo sobre Rafael Altamira, de Rafael Asín Vergara: “ Relaciones e influencias entre masonería y la Institución Libre de Enseñanza: el caso de Rafel Altamira., Publicado en el libro La Masonería en la España del Siglo XX (VII Symposiun Internacional de Historia de la Masonería Española. Toledo 1995. Personalmente sostengo que es muy probable que el periplo americanista de Rafael Altamira sea más bien obra de un masón como Fermín Canella, en cooperación con las entidades masónicas americanas. Bajo ese prisma es posible entender algunas cuestiones de ese viaje y sus repercusiones. [ii] Dicha Obediencia data su creación de 1887, puede consultarse el excelente trabajo de Pedro Alvarez Lázaro “ La masonería, escuela de formación del ciudadano. Universidad Pontificia de Comillas [iii] Capítulo Nombre que reciben los talleres capitulares en los grados filosóficos. [iv] El capítulo que aquí se cita es el Juan de Padilla, e ignoramos que Logia era la radicada en Gijón. [v] Logia de Adopción o de Damas, se llama así al taller que está compuesto exclusivamente por mujeres, pero que tenían que estar bajo la protección de un taller simbólico regular (masculino) que velaba y atendía sus trabajos. (Diccionario de Francmasonería . J.C. Daza.) [vi] Denominación que reciben los originarios de Bimenes [vii] Hay un excelente trabajo sobre la Mujer en la masonería con abundante bibliografía en el libro de Pedro Alvarez Lázaro “La masonería escuela de formación del ciudadano” Edit. Universidad Pontificia de Comillas 1998. [viii] Esta cita está tomada de Francesca Vigni sobre: Emancipación femenina y masonería a fines del XIX y en siglo XX, publicado en el tomo I , del VII Symposiun Internacional de Historia de la Masonería Española. Toledo 1995 [ix] Se denomina así al listado de masones que constituyen la logia [x] Datos facilitados por el Párroco José Manuel Fueyo, de la Parroquia de San Emeterio de Bimenes [xi] Pleito contra Celestino Montes con fecha del 24 de 1910 "Juicio verbal" Ref. 4200, 293, 3193. Archivo Municipal de Bimenes. "Juicio verbal" Ref. 4200, 295 , 3296 . Archivo Municipal de Bimenes Víctor Guerra. MM.:. Historiador de la Masonería