¿Qué es la masonería? Wikipedia nos dice que:"La francmasonería o masonería se define a sí misma como una institución discreta de carácter iniciático, no religiosa, filantrópica, simbólica y filosófica fundada en un sentimiento de fraternidad. Tiene como objetivo la búsqueda de la verdad y fomentar el desarrollo social y moral del ser humano, además del progreso social."
Masonería resulta ser un concepto complejo y hasta cierto punto abstracto. En palabras sencillas, la masonería es construirse a sí mismo, a la humanidad y alcanzar conocimientos superiores. ¿Qué clase de conocimientos? dirá usted. Creo que ahí es donde empieza el principal punto de controversia.
Una de las primeras experiencias en la vida de un masón es darse cuenta de que forma parte de un todo, llámese sociedad en general, el mundo, el universo, y por supuesto, sobre todo en ciertos ritos como el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, de la obra del Gran Arquitecto del Universo: Dios.
La Masonería, como tal vista desde ese punto de vista, busca el mejoramiento de la obra, empezando por uno mismo. Un masón adquiere el compromiso de volverse una persona ante todo moral, virtuosa. Se pretenden desterrar los vicios de la vida y como resultado, arrojar a la gran familia humana personas mejores. Para esto la metodología es el estudio de la simbología. Digamos por ejemplo, que usted es cocinero. Imaginemos una logia donde el símbolo principal es una olla. A esta olla se le asignará un valor moral, digamos, la paciencia. Dado que la acción del fuego, la paciencia, el amor y la pericia nos darán como resultado un platillo delicioso, cada vez que usted vea una olla va a recordar que debe conducirse con paciencia, dedicación y amor a lo que hace. La Masonería utiliza los símbolos de la construcción, y esto lo hace en gran parte por su origen histórico, desde los gremios de constructores de la edad media, y aún antes, ya que se dice que el conocimiento de la masonería es tan antiguo que se pierde en la noche de los tiempos. En concreto, la escuadra y el compás, simbolizan, entre otras muchas cosas, la rectitud y la libertad. El resultado es que, mediante el estudio, de estos símbolos y de muchos otros poco a poco se van integrando a la vida del masón todos estos valores. Como la masonería requiere de mucha constancia y consistencia, este estudio debe ser tenaz para tener los resultados esperados y por supuesto, trascender la teoría hacia la práctica. Por medio de las herramientas simbólicas Ud. va a darse cuenta que empieza a ver el mundo de una manera diferente ¿No es así como ocurre con cualquier disciplina? Es típico del estudiante de comunicación mirar una película y analizar los movimientos de cámara, el guión...
Los contenidos del estudio masónico provienen de la enseñanza iniciática. Son muy antiguos, tanto que en algún punto, los antecedentes comunes dieron origen tanto a la Orden, como a otros movimientos religiosos. Esta es una de las particularidades más interesantes de la masonería. ¿Es una religión? en definitiva no. Digamos, cada religión es como un pastel. Cada uno tiene diferentes sabores. Bueno, la masonería se trata de estudiar la harina. Por esta razón, admitimos todos los credos y se respetan todas las visiones que nuestros miembros tengan de la divinidad, porque se reconoce un ser superior o causa última y se le estudia paulatinamente. De hecho, en muchas ocasiones, la masonería ha llevado a sus miembros a acercarse más a su propia religión, al ponerse más en contacto con su espiritualidad.
Básicamente, dos cosas. La primera, asisten a las reuniones en el templo, participan de un ritual o tenida que algunos pueden encontrar similar a los de la religión. La finalidad de este ritual es dedicar a la divinidad los trabajos y potenciar y organizar el trabajo intelectual. Antes de cada tenida se debe estar preparado con lecturas, y con trabajos escritos, que serán compartidos y discutidos. La segunda, como dije anteriormente, es poner los conocimientos en práctica. No vaya Ud. a hablar de la caridad si va a voltear la mirada ante el necesitado. Vamos a reconocer al verdadero masón del sujeto al que admitieron erróneamente a la fraternidad por su integridad. Por esta razón a lo largo de la historia hay ejemplos de cómo masones han tomado la determinación de hacer algo por su entorno, creado movimientos, hecho revoluciones congruentes con sus ideales, emprender obras de caridad a todas escalas, o llevar sus potencialidades al máximo, convirtiéndose en máximos exponentes en su campo. Pero esto no significa que dentro de una logia se van a gestar conspiraciones, más bien, son los propios masones con o sin ayuda de sus hermanos, con o sin la participación de no masones, van a buscar realizar aquello que consideran que mejorará su sociedad.
Gran parte de los mitos que se han creado alrededor de la orden parten de este punto, ya que lo que hace el masón en el mundo, como nosotros lo llamamos "profano" (ajeno a la masonería) puede confundirse fácilmente con la masonería. Pensar en un salón lleno de gente deliberando cómo va a derrocar un gobierno es romántico y entretenido, pero no es realmente el propósito. Claro que no se puede descartar la posibilidad de que por circunstancias de hecho halla masones que lo hagan, pero en dado caso no están haciendo masonería. ¿Porque hay masones que se ven envueltos en escándalos públicos? La única respuesta es: porque no hacen lo que deben. Si Ud. va a un taller pensando en que va a participar de una gran conspiración, en la mayoría de los casos se va a llevar un chasco.
La masonería, aunque tiene su dimensión social e institucional no debe pensarse como si fuera un club, o una red. Más bien como una escuela, una forma de pensar, una doctrina, una filosofía de vida. De hecho, cuando se habla de la fraternidad, tiene más qué ver con el reconocimiento, el respeto y la ayuda que se deben los miembros; pero ya como organismo va a encontrar que existen numerosos ritos, corrientes y grandes Orientes. No es lo mismo el Rito Francés, que el Rito Zinnendorf. Es como pensar en escuelas o universidades que pueden o no trabajar en conjunto, pero todos se dedican al estudio de lo mismo.
¿Están peleadas la religión y la masonería?
La masonería no tiene problemas con ninguna religión, pero hay religiones que sí han satanizado y penalizado la masonería. Es un hecho muy curioso, porque aún en la iglesia católica hay queridos hermanos que la compaginan perfectamente. Algunos han sido papas. Hay qué decirlo: si no la religión, sí algunas instituciones religiosas no están muy cómodas con una de las principales directrices de la Orden, que es la libertad de pensamiento. Con el respeto que debemos a la religión, hay qué reconocer que se trata de agendas personales de ciertas personas que no tienen nada que ver con la doctrina que muchos profesan, ni con la validez de sus creencias.
¿La masonería es exclusiva?
Totalmente, pero no en el sentido de tráfico de influencias. Para soltarle el conocimiento iniciático, un candidato debe ser libre, estar abierto a nuevas ideas; ante una iniciación una persona que no se encuentra receptiva antes de entender el mensaje puede asustarse de lo que no conoce y malinterpretarlo todo. Debe ser de buenas costumbres, ser buena persona; precisamente porque una vez dentro se le va a considerar como verdadero hermano, y ¡qué penoso es que se ostente como masón una persona viciosa, llena de ambición! Además de esto, necesita ciertas características de tipo intelectual, más que nada para que le sea provechosa la masonería. Si no, ¿de qué le serviría ser masón a alguien que no se compromete, no será constante o no le gusta estudiar? ¿Para qué admitir a alguien que lo va a dejar al poco tiempo? Ahora resulta fácil entender porqué un día alguien le abrió las puertas a W.A. Mozart.
Para finalizar, la masonería es en primera instancia una tarea individual. Veáse como una cadena, cada eslabón debe ser fuerte como los demás. Cada piedra en la construcción ser pulida hasta su perfección, así tome una vida. Una vez que se extiende esto, es que se está listo para erigir catedrales en bien de la humanidad.
Fuente: Resp.·. Log.·. Simb.·. Hipatia de Alejandría No. 5