Porque la maternidad empieza siendo más complicada de lo que habíamos imaginado, nuestro cuerpo nos regala en ocasiones fuerzas para superar cualquier desavenencia. Incluso cuando la lactancia se convierte en algo difícil de llevar, puede aparecer una mastitis provocada por una alergia a la celulosa de los discos absorbentes.
Esta es la historia de Alexia:
“Sigo el blog de Sheila desde que la conocí en las clases de pre parto y la verdad es que desde el principio me enganchó. Ha sido divertido ver como todas mis dudas, mis inseguridades, el día a día con mi pareja, durante el embarazo y los después… no es tan distinto al de otras primerizas.
Pero lo mejor de todo llegó cuando nacieron nuestros peques, ambas hemos congeniado mucho, y ha nacido con nuestros retoños una bonita amistad.
Por ello cuando me habló de la nueva sección que tenía pensada para su blog y me pidió que compartiera mi experiencia con vosotras, sin pensármelo salió un “SÍÍÍ” de mi boca.
Soy madre de Marcel de 5 meses, mi parto fue genial, súper rápido y él se enganchó a mi pechoa los 5 minutos de nacer. Tuve la subida de leche el día siguiente y todo era genial: ni dolor, ni rojeces, ni nada de nada… Pero todo cambió al cabo de unas 3 semanas; Marcel es muy nervioso y al amamantarle no paraba quieto (sigue sin hacerlo), lo peor eran sus tirones, al principio me hacia gracia, luego ya me dolían bastante. Poco a poco, con muchísima paciencia este problema lo fuimos solucionando.
Una vez superado el primer obstáculo de la lactancia materna, noté que mis pechos se empezaron a poner rosas, más que rosas: fucsias, y se empezó a levantar la piel y a salirme un poquito de sangre; no era el pezón, el pezón lo tenía perfecto, sino la areola.
Un día no pude más y me fui de urgencias a mi ginecóloga de toda la vida. ¡Con sólo verme puso una cara! Lo que me dijo es que de los discos absorbentes me produjeron una reacción alérgica que me los irritaba, y que además tenía principio de mastitis. No pasaron ni 24 horas que el principio de mastitis se convirtió en una súper mastitis, con 40 de fiebre y mucho dolor. No podía ni dar el pecho, y mucho menos coger en brazos al peque. Tuve que tomar antibióticos, paracetamol y me trasladé un par de días a casa de mis padres. Con el saca leches me iba sacando leche y dando de comer al peque, porque de la irritación me dolían mucho los pechos y no podía ni acercárselos a su boquita.
Así estuve 3 días, y algunos más en los que no tenía apenas leche en el pecho derecho. Pero como dice el refrán, el que algo quiere algo le cuesta, a mí me costó insistir muchísimo, y aquí estoy, a los 5 meses, sigo dando el pecho y hace un mes empezamos con los cereales. También le doy un bibi cada noche, porque es muy movidito y parece que por mucho pecho que le diera nunca tendría suficiente….
Así que yo, aunque desde mi corta experiencia, os animo a que si queréis luchéis contra cualquier cosita, porque nuestro cuerpo está preparadisimo para dar el pecho, pero si por cualquier cosa no podéis o necesitáis algún complemento como leche de formula, no pasa absolutamente nada.
Podemos crear vínculos con nuestros peques estando a su lado día a día y dándoles nuestro amor y cariño siempre que podamos.”
Alexia Sanjuan
Sitges
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