Así parece que intentó justificarse un ciudadano francés, al ser detenido por la policía. Este caso muestra lo que puede suceder cuando los padres están al límite en el cuidado de sus hijos descapacitados. He leído la noticia en MercatorNet.
El padre de una niña de seis años de edad, fue detenido a principios de enero en un pequeño pueblo cerca de Nemours después de haberla asfixiado. La niña presentaba múltiples discapacidades, estaba confinada a una silla de ruedas y tenía dificultad para hablar. La madre sufría depresiones. Al parecer, el hombre dijo a la policía que la niña se había convertido en una carga demasiado pesada de soportar.
Aunque no tengo datos, parece que la familia no contaba con suficiente apoyo por parte del Gobierno, En cualquier caso, es curioso comprobar cómo en este y en otros casos, los padres prefieren matar a sus propios hijos antes que colocarlos en una institución gubernamental. Extraña manera de manifestar la misericordia con sus hijos. Sólo se puede luchar conta la inhumanidad de la eutanasia con la cultura de la vida, que pasa por ayudar a las personas enfermedas a ser amadas.