Revista Opinión
Entrevista especial de José Antonio Benito al P. Manuel Carreira S. J. en el canal católico PAX-TV
El sacerdote Manuel Carreira S. J. es Doctor en Física por su tesis sobre rayos cósmicos con el Clyde Cowan, descubridor del neutrino, a la par que filósofo y teólogo por la Loyola University, Chicago. Miembro del Observatorio Astronómico del Vaticano, ha simultaneado su magisterio como profesor de la John Carroll University, Cleveland (Estados Unidos) y de Filosofía de la Naturaleza en Comillas (Madrid)
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J.A. Benito: ¿Es eterna la materia? ¿El Universo puede ser reciclado?
p. M. Carreira: Para poder dar una respuesta pongamos un caso concreto. Es obvio que el Universo contiene estrellas y la pregunta que se hace el físico es por qué brillan las estrellas.
Como el brillar quiere decir que emiten luz y calor, tiene que producirlo algún combustible: una estrella es básicamente un horno en el que se quema algo. Una estrella puede durar hasta que se acabe su combustible. Da lo mismo que sea un combustible u otro, porque siempre será una cantidad limitada.
Si el Universo fuese eterno ya se habrían apagado todas las estrellas, porque en un tiempo suficientemente largo se agotan todos los combustibles.
Hoy brillan estrellas, y se tiene que escoger como explicación o que el Universo no es eterno, o que hay que estar creando nuevas estrellas de la nada para compensar las que se van apagando.
En el primer caso hay que decir que comienza a existir de la nada hace un tiempo limitado, y que fue creado en ese momento. En el segundo caso hay que explicar cómo aparece algo de la nada realmente. En física no hay respuesta dentro de sus leyes para que haya creación.
J.A. Benito: Pero se podría hablar de un comienzo; creo que los físicos han marcado ese Big Bang como el momento inicial.
p. M. Carreira: Precisamente porque los físicos a partir del estado actual pueden inferir cómo eran los estados anteriores, llegan a un momento hace casi 14000 millones de años que marca una situación límite, toda la materia del universo junta en un volumen probablemente más pequeño que un átomo.
¿Por qué comienza a existir eso? La física no da una respuesta; hay que decir que el paso de nada a algo es lo que llamamos creación y en física no se admite que en fenómeno físico alguno se cree o se destruya totalmente algo, sólo se transforma.
Entonces ¿qué hubo antes? La respuesta física es que no hubo antes, y tenemos ya un problema para quien quiere mantenerse sólo en el ámbito de la física.
J.A. Benito: ¿Cómo puede hablarse de un comienzo del tiempo y de toda la materia del Universo, hace 14 millones de años?
p. M. Carreira: Sólo la metafísica puede dar una razón, que es obvia: si hay que admitir un paso de nada a algo, como esto no es un proceso aceptable en física, hay que dar como razón la creación por una realidad no material, no sujeta a las leyes de la física, y esto es precisamente lo que nos dice la metafísica y la teología.
La creación es el modo expresar que no había una etapa previa antes de la gran explosión.
J.A. Benito: ¿Coincide la comunidad científica en admitir en la actualidad la idea de creación?
p. M. Carreira: Creo que sí, y los que no quieren admitirlo tienen que apelar a un modo de hablar que se sale de los límites de la metodología científica: hubo algo antes pero no podemos conocerlo.
¿Cómo se sabe que lo hubo? No hay respuesta.
Pero en física no aceptamos una hipótesis si no se puede comprobar con un experimento, por lo menos en principio, aunque falte en un momento dado la tecnología, necesaria.
Pero una etapa anterior a esa explosión no puede comprobarse por ninguna tecnología, y por tanto suponerla como respuesta es hablar por prejuicios pero no utilizando el método científico.
J.A. Benito: Durante muchos años la ideología marxista ha venido propagando esta idea de que la materia es eterna.
P. M. Carreira: Para los marxistas lo único que puede existir es la materia. Como ahora hay materia, tuvo que haberla siempre y no tienen respuesta para decir por qué hay algo en lugar de nada. No es la ciencia la que sostiene esto, es una ideología marxista de tipo filosófico apriorístico, que nada tiene que ver con la ciencia.
J.A. Benito: ¿Qué valor tiene en todo esto el libro del Génesis? ¿Es un libro de ciencia, un libro de fe, o simplemente un libro poético? Algunos no aciertan a conjugar estos puntos de vista. ¿Qué nos podría decir sobre el libro del Génesis?
p. M. Carreira: En primer lugar, el libro del Génesis no enseña ciencia. Como decían ya escritores y teólogos antiguos, allí no se dice cómo es el cielo, sino cómo se va al cielo.
La Biblia es un libro en el que con términos de la sabiduría vulgar de hace miles de años, se quiere expresar ideas importantes de tipo filosófico y teológico.
La idea importante que se expresa es que todo cuanto existe es una realidad ordenada porque debe su existencia a un Dios que hace todo de una forma inteligente, para un fin, que es precisamente preparar la morada del hombre.
Esto es lo que nos dice el Génesis de una manera poética, con la parábola de un padre que prepara la casa para sus hijos y lo hace todo ordenadamente. No es una manera desordenada de hacer las cosas, sino al contrario: se ponen primero las condiciones más básicas de un entorno adecuado, para luego embellecer y amueblar esa morada, para que finalmente pueda vivir allí al ser humano.