Revista En Femenino
Según mis admirados miembros de la RAE, GRITAR es:
gritar.
(Del lat.quiritāre, dar grandes voces).
1. intr. Levantar la voz más de lo acostumbrado. U. t. c. tr.2. intr. Dar un grito o varios.3. intr. Manifestar en un espectáculo desaprobación y desagrado con demostraciones ruidosas. U. t. c. tr. Gritar a un actor. Gritar una comedia.
4. intr. coloq. Reprender o mandar algo a alguien con gritos.Real Academia Española © Todos los derechos reservados
De todas las acepciones, y aunque en la maternidad caben al menos tres de ellas, me voy a quedar con la segunda: dar un grito o varios. En la vida "pre-mamá", y lo escribo así porque no me refiero al periodo en que vistes ropa ancha y te sientes un saco de patatas andante (aunque, eso sí, eres un saco de patatas feliz y todo te huele a nube), toda mujer ha tenido seguro más de una ocasión, y más de dos, en la que GRITAR ha sido su única salida, bien porque ha necesitado levantar la voz más de lo que normalmente lo hacía al hablar, bien porque le ha dado por "abuchear" a algún personaje público (y no necesariamente hablo de actores, los políticos serían buenos candidatos a GRITO), bien porque ha sacado su vena "horribilis" y le ha pegado un GRITO mandón a algún allegado o bien porque ha disfrutado tanto practicando "hacer bebés" que no le ha quedado otra. Bueno, quien más y quien menos pues, ha GRITADO.Sin embargo, mi GRITO de hoy es un GRITO de esos que necesitan salir a pleno pulmón, llegar al cielo y pegar la vuelta, para rebotar en el asfalto y volver a subir. Es un GRITO múltiple. Porque quiero GRITAR como GRITA una madre ante determinadas situaciones que la descuadran y la sacan de su plano terrenal para convertirla en vorágine. A lo largo del día de hoy he tenido diversos motivos por los que GRITAR hubiera sido una buena opción, la mejor quizás. Y eso me ha dado que pensar en la cantidad de veces en las que una madre o GRITA o se pierde en el océano de la incomprensión, la falta de empatía, el cansancio y la desesperación.Porque, vamos a ver señores, ¿qué es una madre? En lenguaje llano, no es más (y mucho es) que una mujer/señora/chica que se deja la piel, la vida y lo que haga falta por sus hijos, tal cual. Entonces, ¿en qué parte de la palabra cabe pensar que una madre es un autómata sin alma a quien la vida cotidiana, sus hechos y "deshechos" no le afectan?¿Cuántas veces nos hemos visto solas ante un maremagnum de circunstancias que sólo invitaban a salir corriendo y a buen ritmo? Muchas, pero no lo hacemos. En esos momentos de máximo desespero, bien por enfermedad de nuestros pequeños acompañada con toneladas de preocupación, bien por falta de sueño, bien por falta de trucos, por falta de empatía ajena o por falta de espacio personal y tiempo... En esos momentos, las mamis sólo queremos, y pedimos a GRITOS (valga la redundancia), ¡GRITAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!Queremos GRITAR cuando nuestros pequeños sufren, ya sea física o animicamente.Queremos GRITAR cuando la injusticia toca a nuestros pequeños y nosotras no tenemos ni la solución ni la posibilidad de cambiar las tornas.Queremos GRITAR cuando aterrizamos y nos descubrimos en un mundo hostil, materialista, frío y desvalorizado y nos culpamos por no saber arreglarlo a tiempo para ellos.Queremos GRITAR cuando pensamos que no llegamos a tiempo para enseñarles mil trucos para sobrevivir en ese loco mundo al que han llegado.Queremos GRITAR cuando nos miran como si estuviéramos locas porque hacemos las cosas a nuestra manera y con seguridad. Es más, con la seguridad de que haciéndolas así nuestros pequeños salen ganando.Queremos GRITAR cuando nos fríen a impertinencias o malos gestos porque nos salimos de lo políticamente correcto.Queremos GRITAR cuando, ante la inexperiencia, nuestro cuerpo se eriza en situaciones de conflicto, duda o incluso miedo con nuestros pequeños.Queremos GRITAR cuando nuestras fuerzas flaquean, la vida nos voltea y sentimos que nos desintegramos.Queremos GRITAR cuando, a pesar de la belleza de la maternidad, añoramos nuestro minuto, ése en el que sólo éramos "yo y mis circunstancias", ése que ya no existe y que promete no volver por un tiempo.Queremos GRITAR cuando las cosas no salen según lo planeado, aunque siempre tengamos un plan B bajo la manga.Queremos GRITAR cuando la situación se desmadra y no queda otra que "tirar p'alante".Queremos GRITAR cuando descubrimos que nos hemos convertido en nuestros progenitores y ellos están cada vez más cerca de ser polvo de estrellas y de marchar a planos menos terrenales y más etéreos.Queremos GRITAR porque de vez en cuando también querríamos hacernos pequeñitas y sentir el abrazo adulto como ya jamás lo volveremos a sentir.Queremos GRITARLE al mundo que todo sería más fácil si cada uno cogiera un saco y lo llenara de buenas intenciones durante toda su vida, si dejáramos de mirarnos el ombligo y levantáramos la vista para darnos cuenta de que la naturalidad, la espontaneidad y la bondad no deberían ser erradicadas como lo están siendo.YO QUIERO GRITAR HOY MÁS QUE NUNCA. Quiero GRITAR, sin parar, bien alto, hasta quedar afónica. Quiero que mi grito viaje a la otra punta del globo, y que regrese multiplicado en decibelios. Quiero GRITAR por el mero placer de hacerlo. Quiero GRITAR y sacar mis miedos a pasear, y sentir que se van para siempre. Quiero GRITAR y tener la capacidad de transmitir a mis hijos que GRITAR es lícito siempre y cuando no implique un daño verbal al prójimo, y siempre y cuando se haga como acto liberador, como expulsión de miedos, sombras y demonios varios que resquebrajan el alma y la alegría de VIVIR. Quiero GRITAR y sentir que mi alma se desentumece, se ensancha y respira. Y hoy más que nunca, QUIERO QUE TÚ GRITES CONMIGO.
CON M DE MAMÁ y G de GRITO/AR