La maternidad de la A a la Z : M de Mocos

Por fin miércoles y otra entrega más del Diccionario de la Maternidad, la gran cita de la semana.

Mi post de hoy es un poco reivindicativo, porque estoy harta, no puedo más, pensé que con la llegada del calorcito se acabaría todo, pero no ha sido así…

Desde que soy mamá, concibo los mocos de otra manera, antes era un moco y punto, te lo quitabas y ya está, daban un poco más la tabarra cuando estabas resfriada, pero poco más. Desde que mi pequeñín soltó la primera vela, pude darme cuenta que todo lo que había significado para mi anteriormente no era nada con lo que venía ahora.

¿Cómo puede ser que por esas naricillas y con ese cuerpecillo que tienen nuestros enanos saquen tal cantidad de mucosidad?

Puedo decir que soy toda una experta, pues los he conocido de todas las formas y colores, los mocos se han convertido en un habitante más de nuestra casa, ese invitado pesado que no se quiere ir y que nunca se va, pues vino para quedarse!!!

Cuando pasan un par de semanas sin verlos, te preguntas si será verdad que se han ido o es solo un sueño, nunca te los quitas de la cabeza, siempre pensando en ellos, en cuando volverán…. si es que en el fondo hasta se les coge cariño… ¡Mentira! no es verdad, los odio, he tenido momentos que mi salón era un kleenex gigante, o mi manga del jersey, porque ¿quién no se ha guardado el pañuelo lleno de mocos de su hijo en la manga del jersey para tenerlo siempre a mano?, ¿nadie? pues yo si, constantemente… siempre estoy ojo avizor…. pendiente de que asomen la cabeza por ese agujerillo.

Desde que tenía 4 meses aparecieron en nuestras vidas, el año pasado parecían disimular un poco más, pero este año, debido a la ausencia (casi) de enfermedades, han ganado protagonismo desde el mes de octubre, y lo que queda, con épocas de picos agudos…. a este paso se junta con el invierno que viene  y haremos un ciclo completo. No puedo más.

Yo solamente le pido una cosa :

¡¡ Por favor Sr Moco, queremos vacaciones !!