Querido Diario :
Una vez me contaron que yo también fui niña y haciendo memoria recuerdo, sobretodo, cariño, mucho cariño, tuve el mejor regalo que se le puede dar a un niño, el amor.
Unos años, muchos años después, me convertí en madre, y aún sin tener ni idea de lo que era eso, solo tenía clara una cosa, le daría a mi hijo, mi querido hijo, todo el amor que yo podría ofrecerle.
Mi hijo sería un niño muy querido, muy amado por todos aquellos que le rodearían, porque así lo sentía.
Casi tres años después, puedo asegurar que lo que no le falta a mi hijo es amor por parte de todos aquellos que le conocen.
Porque a un bebé es imposible no quererlo, o ¿es que hay algún niño que no sea querido? Por desgracia sí, hay miles de niños que por la razón que sean no son queridos, no son amados, no sienten ese vínculo afectivo que tanto necesitan.
Y yo me pregunto ¿Por qué? ¿Cómo es posible? Todo niño debe ser querido y se merece tener personas a su lado que velen por él, que le protejan, que le amen.
Desde que me convertí en madre pienso mucho en esos niños, y me hago siempre las mismas preguntas, sin obtener respuesta.
Querido diario, espero volver a escribir sobre estas líneas, algún día, con las respuestas o, mejor aún, pudiendo decir que todo es niño es querido, que todo niño es amado.
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