Para esta ocasión, y por ser la 10º edición, me pongo un poco más sentimental… os voy a hablar de sentimientos, aquellos que la maternidad me ha descubierto, cambiado o modificado. Unos sentimientos que, o antes no conocía, o simplemente han cambiado desde que soy madre.
Antes de empezar tengo que dar las gracias a Vero por esta iniciativa, por esta gran idea que ha tenido, porque gracias a ella, nos reunimos una vez por semana a contar nuestras experiencias, descubrir cosas nuevas, puntos de vista que quizá no habíamos visto antes, pero sobretodo, porque nos está uniendo a todos ¡¡¡¡GRACIAS VERO!!!!
Desde que supe que estaba embarazada, un sentiemiento de amor incondicional me invadió, un amor hacia un pequeño ser que no había visto nunca y que crecía en mi interior. En aquel momento supe de verdad lo que significa amar locamente, amar sin recibir nada a cambio, dar tu vida por alguien. Este sentimiento crece cada día y se que, pase lo que pase, será así toda la vida. Jamás había experimentado este sentimiento hasta que fui madre.
Por otro lado, cuando me convertí en madre sentí de primera mano lo que sienten mi madre y mi tía (que es mi segunda madre). Por primera vez, lo entendí todo y pude ponerme en su lugar, comprendiendo todo lo que han hecho, hacen y harán por mi. Mis sentimientos hacia ellas han cambiado, pues cuando una se convierte en madre sabe ver los pequeños y grandes detalles que tus padres han hecho por ti, y todo aquello que años atrás pensaste que hacían para fastidiar, ahora sabes que lo hacían por tu bien, para protegerte…¡¡benditas mamá y tía, cuanto os quiero!!
También he descubierto un sentimiento de pena y rechazo hacia mi padre, que decidió, cuando supo que estaba de camino a este mundo, no querer saber nada de mi. Me repugna porque no puedo entender cómo un padre es capaz de dar la espalda a un hijo, y pena porque se ha perdido tantas cosas que jamás tendrá, sobretodo un maravilloso nieto, así que, sinceramente, lo que más siento por él es lástima.
Por último, siento alegría por haber abierto el blog, porque me da muchas satisfacciones, hago lo que me gusta, como quiero y cuando quiero, pero lo mejor es el haber conocido a gente estupenda con la que compartir experiencias y vivencias. ¡¡Gracias a todos por darme estos momentos!!
Aunque a veces las cosas se pongan cuesta arriba, y no son pocas veces, siempre hay una sonrisa y todo cambia, mis sentimientos se llenan de emociones positivas y vuelvo a agradecer todo lo que tengo y todo esto se lo debo a la maternidad, a mi hijo, porque me ha hecho mejor persona, me ha hecho madurar y ver las cosas de otro modo, descubrir a la verdadera yo, conocer a mucha gente interesante y vivir la vida como la quiero vivir.
Cuando un sentimiento de tristeza me quiere invadir, me recuerdo a mi misma todo esto, para salir adelante y volver a sonreir y encontrar la felicidad, porque ahí está, solo hay que saber dónde.