¿Y qué es un suspiro para mí? Una bocanada de aire, querer algo o a alguien intensamente, un deseo, un momento para pensar, reflexionar, llegar a alguna conclusión.
¿Y por qué suspirar tiene que estar en mi diccionario de la maternidad?
Pues porque desde que soy madre, suspiro más a menudo, me paro a reflexionar sobre mi vida, la de mi hijo, la de la gente a la que quiero, sobre los hechos que me rodean.
Porque yo :
Suspiro de amor, porque amo intensamente a mi familia.
Suspiro por ti, porque en tan solo 29 meses has revolucionado mi vida y le has dado un vuelco impresionante haciéndola más intensa y feliz.
Suspiro por las lecciones que me da la vida, porque aunque no son todas agradables, de todas ellas se aprende… un momento para reflexionar sobre ella, y coger fuerzas para seguir adelante.
Suspiro por la gente que quiero, porque son importantes para mí, porque me acompañan y les deseo todo lo bueno que la vida pueda ofrecerles.
Suspiro por la gente que viene.
Suspiro por la gente que se va.
Suspirar me alivia cuando me siento incapaz, suspirar me engrandece cuando reboso felicidad.