Explico primero porqué he elegido la letra Z. Siempre se dice que la primera impresión es la que cuenta, ya que nunca más se puede volver a dar una primera impresión. Cierto. Pero también lo es, que tan importante es como se empieza que como se acaba. Pongo un ejemplo: en una primera cita todo perfecto, llega el momento de despedirse y a la hora de besarse a uno se le escapa un eructo y al otro un pedo. Crees que volverán a quedar? Yo no lo haría... Así que por eso he elegido la última letra del abecedario. Ahora vayamos ya con la palabra en cuestión. Zopenco: tonto y abrutado. La verdad, me parece una palabra más que adecuada para inaugurar esta sección.
Cuando descubres que estás esperando un hijo, automáticamente, y sobre todo si eres padre primerizo, da igual los estudios que tengas, las veces que hayas hecho una raíz cuadrada sin calculadora o lo que sea, que a los ojos de los pediatras, tus padres, suegros y demás gente que no te toca nada (te toca algo, te toca algo que no suena...) te conviertes en un auténtico tonto. Se creen que no tienes ni idea, que no vas a ser capaz de educar a tu hijo para que sea una buena persona (sí, a veces me repito, pero es que realmente sólo quiero que mis hijos sean buenas personas, lo demás me da bastante igual), ni serás capaz de cambiarle un pañal, un body... vamos, que sólo les faltaba estar ahí 9 meses antes de que naciera para decirte como tenías que ponerte o qué hacer para concebir. Alguno, incluso sería capaz de decir: quita, quita que lo hago yo, que tú no sabes!
Y así no se nos hace ningún favor. Nadie nace enseñado. Seguro. Y seguro que tus padres, al igual que los míos no tenían ni idea. Lo hicieron y en algunos casos lo seguirán haciendo lo mejor que saben. La gente que te rodea, igual. Tendrán dos o tres niños, da igual, pero ellos tampoco nacieron sabiendo cómo ser padres. Y ahora seguro que tampoco lo saben, al igual que yo tampoco lo sé. Vamos haciendo. Cada día es diferente. Un día están más nerviosos, otros más cariñosos. Un día le da por comer con una servilleta al lado y cucharada que come, mano sucia a la servilleta. Un día llora y no sabes por qué... Todo esto no te hace tonto. No! Te hace mejor, te da más posibilidades, más recursos para seguir aprendiendo de tus hijos, por y para ellos. Y para ti, porque además, particularmente me gusta equivocarme para hacerlo mejor la próxima vez. Si te lo dan todo hecho, no le das el mismo valor. Te da más recursos que luego los puedes aplicar. O quién no tiene más paciencia ahora que cuando no tenía hijos? Y eso lo podemos aplicar en la cola del supermercado, en el parque cuando ves a las "Marías" (nombre genérico que siempre utilizo para referirme a aquellas madres
Zopenco también quería decir abrutado, verdad? Bueno, aquí ya es que es perfecto para mi. Hacer el avión (o el helicóptero, que es más bestia) a tu bebé de 3 meses, cogerlo de la pierna como si fuera un jamón, colocarlo encima de la roomba, y un largo etcétera que casi mejor no poner aquí.
Y claro, a todo esto mi pareja escandalizada. Sí, con la misma cara con la que estás leyendo esto... jejejejejeje. Parece que nosotros (los XY) no veamos el peligro, o tengamos el umbral de peligrosidad más alto, pero, y lo divertido qué es? Son situaciones que hay que vivir, ya que los pequeños disfrutan; excepto lo de la roomba, que al verle al grande la cara ya nunca más se lo volví a hacer y con el mini ya ni me lo planteé.
Y hasta aquí mi aportación de hoy. Ves como no había que tener miedo de la palabra, persona desconfiada?
La próxima semana será con la Y. No te avanzo la palabra porque ni yo lo sé, pero seguro que no será yodo (es la primera palabra que me ha venido a la cabeza).