Cada vez es más frecuente encontrar mujeres que acuden solas a un centro de Reproducción buscando un embarazo.
Como ya sabéis, en España la Ley de Reproducción Asistida permite utilizar gametos donados en chicas sin pareja, por lo que es una opción que tiene una gran aceptación.
En un estudio que hicimos en nuestra clínica, preguntamos a las mujeres sin pareja que acudían al centro para pedir información sobre la vitrificación de óvulos o el deseo de maternidad en solitario, cuáles eran sus principales motivos. Y el resultado, aunque obvio, no deja de ser un reflejo de la sociedad. Las mujeres que acudían a preservar sus ovocitos (podéis leer aquí La preservación de la fertilidad) tenían claro que querían ser madres. Algunas diferían la maternidad por temas profesionales, pero la gran mayoría lo hacían por no haber encontrado a su pareja ideal y querían esperar. Es decir, anteponían el encontrar pareja al deseo gestacional.
En cambio, las pacientes que acudían para hacer un tratamiento, lo que primaban por encima de todo era el embarazo, más que el encontrar una pareja y formar un modelo de familia “tradicional”. Y no es algo que dependa de la edad, porque yo he tenido pacientes de 32 años que venían buscando un embarazo, y otras de 40 que lo que querían era vitrificar los óvulos y esperar.
El proceso en estos casos dependerá de la edad de la paciente y del resultado de las pruebas que le solicitemos. Así podremos optar por empezar haciendo inseminaciones con semen de donante o hacer directamente una FIV.
La selección del donante de semen debe seguir unos criterios establecidos por ley. Cómo conoceréis, en España todas las donaciones se basan en el anonimato, premisa imprescindible de cualquier programa de donación, incluido el de gametos. Una vez dicho esto, el criterio de selección más importante es el fenotipo. Es decir, el donante debe tener las mismas características físicas que la mujer para que el hijo sea lo más parecido a ella. También tenemos en cuenta el grupo sanguíneo y buscamos grupos y Rh compatibles. Y por último, ofrecemos a la posibilidad de que la mujer se realice una analítica genética con una secuenciación de muchísimos genes implicados en diferentes enfermedades recesivas (las llamadas enfermedades raras) y poder hacer así un “matching genético” con el donante para disminuir la incidencia de este tipo de enfermedades en la descendencia (podéis leer aquí Los nuevos análisis para detectar mutaciones, un paso adelante).
Como veis, la maternidad en solitario es una opción cada vez más demandada por muchas mujeres que tienen claro que existen otros modelos de familia.