El título de este post es un poco difícil quizás.
Mi vida antes de ser madre ha sido un poco difícil, mi camino como persona ha sido muy costoso, y lo que me queda, aunque con un poco de ayuda terapeútica, y mucho trabajo personal, las cosas se han ido colocando, o eso pensaba yo.
Y durante el embarazo fui la persona más feliz, esperar y esperar, la llegada de Lola, la emoción de pensar en cómo sería, tanto físicamente como su carácter. Desde el minuto 1, ya la quería. En el paritorio, la muy bruja se revolvía y mira que costó que naciera, Lola corría peligro, porque llevaba tres vueltas de cordón y ahora conociéndola un poco, es que no me extraña en absoluto.
Los primeros meses, como ya he comentado en otros post, fueron muy duros, por muchas razones, que si los familiares, invadían nuestro espacio, que si hubo bloqueos emocionales, que no permitían desenvolvernos con facilidad, etc...Pero lo que me di cuenta desde el principio, es que el nacimiento de Lola, fue volver a chocarme con algunas dificultades que ya parecían estar solucionadas.Preocupaciones anteriores, volvían a invadir mi cabeza. Me sentí como involucionada, como si hubiera dado varios pasos atrás y todos aquellos problemas no solucionados, "mierdas psicológicas" se volvieron a presentar. Ahí me di cuenta que desde luego mis problemas continuaban conmigo, no se habían ido.
Y es que a veces no tomamos las riendas de nuestra vida, sino que dejamos que pasen las cosas, sin tomar decisiones y poco a poco te ves envuelta en una sucesión de cosas, que no te hacen feliz y que hacen que el mundo sea un sinvivir.
Así que ahora que soy madre y se me ha revuelto todo, estoy intentando colocarlas, cada una en su sitio, pero es difícil, porque a cada dificultad, es como luchar contracorriente.
Este post me ha quedado un poco ambiguo, pero espero que si a alguna os ha pasado, lo entendáis.
¿habéis sentido ese revoltijo? ¿la descolocación de muchas cosas?