Sumergirse en el agua junto a su padre o su madre es una de las experiencias que más suele agradar a los bebés. El medio acuático les recuerda su paso por el útero materno por lo que el contacto con el agua es una de las mejores actividades que podemos practicar con nuestro bebé.
No se trata de que los niños aprendan a nadar antes de saber andar o tan siquiera gatear.
El objetivo de la matronatación es estimular al bebé en el agua que flota y se mueve en este medio con la ayuda de sus padres y mediante una serie de juegos que favorecen entre otras cosas su desarrollo psicomotor.
Pensemos que un bebé de cinco meses no conoce más mundo que su cuna o el carrito, sus movimientos están muy limitados todavía, pero esto no tiene porqué ser así. Con la natación le estamos ofreciendo todo un nuevo mundo en el que moverse y disfrutar, su capacidad de movimientos se amplia, adquiere las nociones de desplazamiento y distancia y todo ello mejora su coordinación.
Beneficios de la matronatación para el bebé
El hecho de ofrecerle esta nueva experiencia es también bueno para su desarrollo intelectual, diversos estudios han comprobado que los bebés que han practicado matronatación antes de los dos años son más perceptivos, creativos y observadores.
Otro punto destacado de esta práctica es la relación que se establece entre los padres y el bebé, el vínculo con sus progenitores se fortalece, comparten una nueva experiencia lo que les hace estar más unidos. El bebé además se siente seguro y el contacto con el agua hace que se relaje y descanse mucho mejor.
No hay que olvidar la parte práctica de realizar este tipo de actividad con los bebés, aprenden a girarse sobre su espalda lo que les puede salvar la vida ante una caída en el agua. El sistema cardio respiratorio también sale fortalecido.
Las ventajas son muchas y siempre que se practique en un entorno seguro y controlado no tiene porqué haber problemas. La temperatura del agua debe ser la adecuada y las instalaciones tienen que estar adaptadas a los bebés. Es importante contar siempre con la presencia de un monitor que va a ser el que de a los padres las pautas a seguir y les enseñe la mejor forma de trabajar con su hijo.
¿A partir de qué edad se puede hacer matronatación?
En general a partir de los cuatro meses el sistema inmunológico de los bebés está lo suficientemente desarrollado para recibir sus primeras clases. Estas suelen durar en torno a los 30 o 40 minutos, en función de la edad del niño y suelen constar de varios ejercicios pensados sobre todo para que padres e hijos pasen un rato agradable.
Las primeras clases servirán sobretodo para que el niño se familiarice con la nueva situación, nunca hay que forzarle y si vemos que no disfruta lo mejor es no insistir. Lo normal es que cuanto más pequeños sean más fácilmente se adapten a la situación, el miedo a agua suele aparecer más tarde, al principio solo con pasear por el agua con el bebé en brazos será suficiente, poco a poco se irá relajando y disfrutará flotando en compañía de sus padres.