Revista Cine

La Mayor Persecución Jamás Vista

Publicado el 10 marzo 2012 por Alma De Frontera @almadefrontera

La Mayor Persecución Jamás Vista48 coches robados...
93 coches destruídos...40 minutos ininterrumpidos de persecución sin tregua...
Damas y caballeros..., este blog se complace en recomendarles la más grande, histórica, épica, alocada, desquiciada y prolongada persecución automovilística que jamás se haya filmado en la historia del cine... sin animación por ordenador ni efectos digitales:
 GONE IN 60 SECONDS.
La mayoría de la gente cuando piensa en 60 Segundos enseguida le viene a la cabeza la pelicula de acción que protagonizó Nicolas Cage en el 2000. Sin embargo, solo se trata de un remake menor, a años luz de la obra original, una joya del cine independiente que merece ser destacada. Como bien dicen en Death Proof de Tarantino, esta es "La buena, no esa mierda de Angelina Jolie".
La película fue escrita, producida, portagonizada y dirigida por ese maestro del género llamado H.B. 'Toby' Halicki, más conocido como The Car Crash King. Con gran sentido del negocio, asumió igualmente los derechos de autor de los términos "Gone in 60 Seconds" y "Eleanor". Nadie destruía coches en persecuciones imposibles como este legendario doble de riesgo que dejó una huella muy importante en el cine de acción cuando decidió convertirse en realizador. Las cosas que brindaba Halicki con sus producciones independientes no las hacía nadie en Hollywood, por la sencilla razón que nadie arriesgaba la vida de la manera en que lo hizo este artista.
 
La Mayor Persecución Jamás Vista H.B. Halicki era un tipo hecho a sí mismo. Nació en Dunkerque, Nueva York, en 1940, y fue uno de los trece hijos de una familia polaca-estadounidense dedicada al negocio de la construcción y la chatarra, pero él decidió a temprana edad que lo suyo eran los coches. A los 16 años estaba trabajando como dependiente de una gasolinera y comenzó a comprar viejos coches de ocasión. Para los 17 ya era gerente de un concesionario y trabajaba como mecánico para una empresa de seguros; a los 18 ya tenía un negocio de venta de neumáticos, y para los 21 administraba su propio concesionario de automóviles. Mientras tanto había acumulado una importante colección de coches, un hobby que lo fascinaría durante el resto de su vida. Con el tiempo la colección de Halicki sería una de las más importantes de toda Norteamérica.
A Halicki
le encantaban los coches y le apasionaba conducir; aún viniendo desde fuera del cerrado mundo de Hollywood, decidió rodar una película donde expresar su incotinente pulsión por las cuatro ruedas. En 1972 comenzó los preparativos del film comprando coches en desguaces y reparándolos en el patio trasero de su concesionario. Cuando decidió que estaba listo para filmar, dos años más tarde, había llegado a acumular cerca de 100 vehículos. El resultado fue Gone in 60 Seconds.
La cinta es tan curiosa y extravagante como su creador, y terminaría por dejar su huella en la historia del cine en cuanto a persecuciones de coches y roads movies. Su preparación y rodaje nos ofrecen un buen puñado de anécdotas y curiosidades interesantes, como que para mantener los costos bajos, el director reclutó a amigos y familiares para los papeles principales de la película. El guión de la historia fue poco menos que improvisado mientras se rodaba, y los diálogos se inventaban en el momento. Para disfrazar el evidente problema de tener un reparto lleno de gente sin experiencia en la actuación, la mayoría de las secuencias están rodadas con voces en off, y sólo un puñado de escenas requirieron de la interacción entre los protagonistas en estudio.
Otra particularidad de esta película es que Halicki filmó algunas escenas en las calles sin permiso. Mucha de la gente que aparece son personas que andaban por ahí en ese momento y creyeron que la persecución era en serio.

La Mayor Persecución Jamás Vista
La historia es bien sencilla: un super ladrón de coches acepta un gran contrato y debe robar 50 en menos de una semana. La lista es puntual -incluye coches de famosos como corredores de carreras y actores de cine- y no hay tiempo que perder. Si te gustan y sabes de coches, disfrutarás viendo desfilar un inmenso catálogo de la industria automotriz de los 70, con rarezas de todo tipo, de sus garajes a las manos de los 'cacos'.
A 'Toby' Halicki, como director, sólo le interesa el lucimiento de los automóviles, ellos son los verdaderos actores y la excusa para la película. En medio de actuaciones amateur y situaciones de tensión que no lo son tanto, aparece también cierta sofisticación, especialmente cuando se explican los métodos de cómo robar un coche, blanquearlo legalmente y volver a ponerlo en circulación. Algunas subtramas podrían haber sido más desarrolladas, y episodios como el robo de un Cadillac cargado de droga a un narcotraficante podía haber sido aprovechado para incrementar la tensión, pero Halicki lo usa simplemente como pretexto para que uno de los miembros de su banda le traicione por despecho ante la policía y de comienzo el espectáculo sobre el que gira la película: una enorme persecución de más de 40 minutos de duración, en donde medio departamento de Policía se lanza tras un Ford Mustang March 1 dorado de 1967, denominado 'Eleanor', robado por Maindrian Pace, al que encarna el mismo Halicki. 
El núcleo central del film, lo que hace que valga realmente la pena, es esa alocada persecución con auténticos visos de realidad: los coches se van deshaciendo a lo largo de la huída y no todas las piruetas le salen al ladrón. Este incluso sufre un par de violentas colisiones que no estaban en el guión, como cuando 'Eleanor' se come un poste de teléfono. Por cierto, lo primero que dijo Halicki cuando recobró el conocimiento fue: "¿Ha salido bien la toma?". Por este percance Halicki estuvo semanas postrado en cama hasta recuperarse y poder continuar con el rodaje. Pero aún hay más: el famoso salto final, un vuelo de 39 metros de longitud que quedará para la historia del cine de carretera, le produjo el aplastamiento de 10 vértebras, una cojera y secuelas importantes durante el resto de su vida.
La persecución hace digerible el resto del film. La dirección es espectacular en todo sentido, aunque es más obra del editor que del director. Toma elementos de otras películas como Bullit, por citar alguna, aunque notablemente magnificados. 
En general es vertiginosa, violenta y excitante, aunque por momentos se hace un poco pesada. Muy buena cuando llega al clímax, en el medio es aceptable y digerible, al contrario que al principio.  

Un verdadero show de coches locos, con el rugido de los motores a toda potencia, los aullidos de los patrulleros a todo correr, los derrapes, choques y daños que se van originando, la descoordinación de la Policía, el asombro del público expectante o el tráfico normal de la gente que se ve de repente involucrada en una loca carrera de evasión...  Sobresale a todas luces que Halicki tenía verdadero talento para hacer coreografías y acrobacias, y dotar de ritmo a la acción a través de las evoluciones de los vehículos. Es como un resumen de toda la acción de Vanishing Point sin intervalos en el medio. (He de confesar aquí una maldad cometida en primera persona sobre la obra de Halicki. Para poder disfrutar en su integridad de la persecución, corté y edité su desarrollo separándola de lo que es la línea argumental. Así obtuve un vídeo de 45 minutos ininterrumpidos de acción, sirenas de policía y choques a rabiar, una video-delicatessen espectacular con tufo a gasolina, el 'alma' de la cinta).

Hay que destacar que 60 Segundos fue un impresionante fenómeno popular en 1974. La película costaría un millón de dolares y recaudaría 40, una cifra que era una locura para una producción independiente que no contó con publicidad. Y todo producto del boca en boca del público, ya que hasta entonces nunca se habían visto escenas así.Un buen negocio que mezclaba placer y fama para un fan del automovilismo como 'Toby'. 60 Segundos es su gran obra si bien tiene otras películas como Junkman, donde reaparece con la gloriosa 'Eleanor'.
 

H.B. Halicki intentó una secuela que comenzó a rodar en 1989, en Dunkerque y Buffalo, Nueva York. En la preparación de la secuencia de acción más espectaculares de la película, durante la que se derribaba una torre de agua de 49 metros de altura, tuvo lugar un desgraciado accidente que terminaría con su vida. El triste episodio está grabado y resulta espeluznante: al paso del coche de Halicki un cable de acero que sostenía la torre es seccionado y un poste telefónico se voltea cayendo sobre el actor y director. La espectacularidad que trataba de conseguir arriesgando su vida en peligrosas secuencias acabó pasándole factura. 
La Mayor Persecución Jamás Vista

Su esposa Denice seguiría con su legado y vendería los derechos a la Disney, quienes desarrollarían el infumable remake conocido por el gran público, que protagonizaron Nicholas Cage y Angelina Jolie en el año 2000.La popularidad de esta segunda película revivió la popularidad del Ford Mustang 'Eleanor'. Una serie de talleres de automóviles comenzaron a producir réplicas etiquetadas como 'Eleanor', lo que obligó a la viuda de Halicki a emprender acciones legales para proteger los derechos de autor. Desde 2008 el único fabricante autorizado de 'Eleanor' es Classic Recreations, de Oklahoma, EE.UU. Sin embargo, desde octubre de 2009Recreations Classic ha dejado de fabricar el Mustang 'Eleanor' después de formalizar un acuerdo de licencia con Carroll Shelby para producir el GT500CR, una nueva continuación del automóvil original.
Aunque 60 segundos no es otra cosa que el desarrollo de una persecución y transcurre integramente en un escenario urbano, su ritmo trepidante y su concienzuda exposición de máquinas, peligro, pericia y velocidad la hacen figurar de manera distinguida entre nuestras roads movies favoritas, cuya lista será publicada en una próxima entrada del blog.


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